El Cristo que revelan tanto el Antiguo Testamento como el Nuevo Testamento es todo-inclusivo y todo-extensivo. Efesios 1:23 dice que Cristo es Aquel que todo lo llena en todo, y 3:18 dice que Sus dimensiones son inconmensurables, las dimensiones del universo. Cristo no solamente es todo-inclusivo, sino que también es todo-extensivo. Él es el Dios-hombre mediante la encarnación divina para llegar a ser la corporificación del Dios Triuno (Col. 2:9) y la centralidad y universalidad de la economía eterna de Dios. A lo largo de todas las eras de los últimos diecinueve siglos, han pasado por alto a Cristo, lo han malentendido, lo han enseñado erróneamente y ha sido tergiversado e interpretado con insidia por los heresiarcas (los fundadores de herejías), quienes incluyen Cerinto (véase la nota 1 de 1 Juan 2:22, y la nota 1 de 2 Juan 9), los gnósticos (véase la nota 2, segundo párrafo, de Juan 1:14) y los docetas (véase la nota 1 de 1 Juan 4:3) en el siglo I; los nestorianos en el siglo V, el catolicismo demoníaco en los últimos trece siglos; los llamados proponentes del alto criticismo en los últimos dos siglos y medio y los modernistas del presente. Todos ellos niegan diferentes aspectos de la persona y la obra de Cristo. Los cerintios negaban la divinidad de Cristo; y los docetas negaban la humanidad de Cristo. Otros negaban Su muerte redentora y Su resurrección. Según sus herejías, Cristo no es nada. Aunque el Protestantismo enseña esencialmente acerca de Cristo, dicha enseñanza es inadecuada, está llena de defectos, no es perfecta y no es completa. Debido a todas las devastadoras herejías y doctrinas incompletas del fundamentalismo, se hace necesario un recobro drástico en muchos aspectos de la verdad acerca del Cristo todo-inclusivo de Dios. Debemos ver que el Cristo todo-inclusivo es Aquel que tiene la preeminencia en todas la cosas, que todo lo llena en todo, que es la centralidad y la universalidad de la economía de Dios y que fue asignado como porción de los santos, su redención, su vida, su suministro de vida y su todo. Todos estos ítems son extremadamente cruciales, para que todos los creyentes en Cristo participen con miras a su disfrute y que lleguen a ser su elemento constitutivo, a fin de que puedan llegar a ser Sus miembros orgánicos, los cuales le viven y le expresan en esta era y por la eternidad.
(Puntos cruciales de los ítems principales del recobro actual del Señor, Los (segunda edición), capítulo 1, por Witness Lee)