Estudio-vida de NĂºmeros, por Witness Lee

XII. LA CELEBRACIÓN DE LA PASCUA

Aunque Números 1—8 fue hablado en el segundo mes del segundo año posterior al éxodo de Egipto (1:1), al pueblo se le mandó celebrar la pascua en el primer mes. En el segundo mes, mientras Moisés estaba ocupado escribiendo todas las provisiones divinas, Dios le mandó que escribiera algo acerca de lo que debía suceder en el primer mes. Estos versículos describen lo que el Señor habló a Moisés “en el desierto de Sinaí, en el primer mes del segundo año después que ellos habían salido de la tierra de Egipto” (9:1). Esto nos habla de la importancia de la pascua.

A. A su tiempo señalado

Los hijos de Israel debía celebrar la pascua “a su tiempo señalado” (v. 2). El tiempo señalado era el decimocuarto día del primer mes, al atardecer (v. 3a).

B. Conforme a todos sus estatutos y todas sus ordenanzas

Números 9:3b dice: “Conforme a todos sus estatutos y conforme a todas sus ordenanzas la celebraréis”. Un estatuto es un precepto sin juicio, y una ordenanza es un precepto acompañado de juicio. El hecho de que la pascua debía celebrarse conforme a todas sus ordenanzas y juicios indica que la celebración de la pascua no da cabida alguna a las ideas y opiniones del hombre.

C. El que esté inmundo por contacto con una persona muerta, o esté de viaje lejos, aun así celebrará la pascua

El versículo 6 dice que “hubo algunos que estaban inmundos por contacto con un muerto, de modo que no pudieron celebrar la pascua aquel día”. Cuando Moisés presentó el caso al Señor, Él le respondió, diciendo: “Cualquiera de vosotros o de vuestros descendientes que esté inmundo por contacto con una persona muerta o esté de viaje lejos, aun así celebrará la pascua a Jehová. En el mes segundo, a los catorce días, al crepúsculo, la celebrarán” (vs. 10-11a).

D. La comen con panes sin levadura y hierbas amargas, y no dejan nada del animal sacrificado para la mañana, ni quiebran hueso de él

“Con panes sin levadura y hierbas amargas la comerán. No dejarán nada del animal sacrificado para la mañana, ni quebrarán hueso de él; conforme a todo estatuto de la pascua la celebrarán” (vs. 11b-12). Aquí vemos que los hijos de Israel debían comer la pascua con panes sin levadura. Los panes sin levadura representan al Cristo que no tiene pecado. Siempre que recibimos a Cristo como nuestro suministro de vida, recibimos una vida que está exenta de pecado. Por tanto, comer la pascua con panes sin levadura significa eliminar todo lo pecaminoso. Cuando disfrutamos a Cristo como nuestra Pascua, debemos purificarnos de todo elemento pecaminoso.

La pascua también debía comerse con hierbas amargas. Las hierbas amargas significan lamento y arrepentimiento a causa del sentimiento de amargura por los pecados. Comer la pascua con hierbas amargas significa que debemos lamentarnos y arrepentirnos, es decir, experimentar un sabor amargo en cuanto a las cosas pecaminosas.

Nada de la pascua debía dejarse para la mañana siguiente. Eso indica que debemos disfrutar la pascua en su frescura. También indica que debemos recibir a Cristo plenamente, y no de manera parcial. En lugar de dejar algo de Cristo para el otro día, debemos ingerirlo íntegramente.

Además, no se le permitía al pueblo quebrar ningún hueso del cordero pascual. Que no fuese quebrado ningún hueso significa que la vida divina de Cristo es inquebrantable. Cuando el Señor Jesús fue crucificado como nuestro Cordero pascual, no le quebraron las piernas (Jn. 19:33, 36). Eso significa que en Cristo, el Cordero pascual, hay algo inquebrantable e indestructible. Este elemento inquebrantable e indestructible es Su vida eterna. En Cristo como nuestro Cordero pascual se halla la vida divina, la vida eterna, la vida inquebrantable e indestructible, que puede impartirnos vida.

(Estudio-vida de NĂºmeros, capítulo 15, por Witness Lee)