Conclusión del Nuevo Testamento, La (Mensajes 221-239), por Witness Lee

XII. LA DEGRADACIÓN DE LA IGLESIA

Hay una diferencia entre los fracasos que tuvieron lugar en las iglesias y la degradación de la iglesia. Los fracasos no son tan serios de una manera fundamental. Mientras que los fracasos en las iglesias no son de carácter fundamental, la degradación de la iglesia es algo más que fundamental, pues corta la raíz misma de la vida, del vivir y del crecimiento de la iglesia. A diferencia de los fracasos, la degradación no solamente introduce acciones erróneas, sino que corta la raíz misma del “árbol” que es la iglesia.

Podría parecer que la transigencia practicada por Jacobo con respecto a ciertas prácticas del Antiguo Testamento era muy similar a un aspecto de la degradación de la iglesia. Sin embargo, tal fracaso difiere del caso en que miembros de la iglesia adoptan el Antiguo Testamento, como lo hicieron los judaizantes. Los judaizantes constituían un problema más fundamental que la transigencia practicada por Jacobo. Ciertamente Jacobo fracasó al transigir de tal modo; no obstante, Jacobo no adoptó el Antiguo Testamento. Malinterpretando a Jacobo, los líderes judíos en Jerusalén llegaron a pensar que él estaba en pro del Antiguo Testamento, por lo cual convocaron una asamblea y pidieron a Jacobo que les hablase; al hacerlo, Jacobo profesó devoción absoluta por Jesucristo y no por el Antiguo Testamento, y debido a estas palabras fue muerto. Así pues, nuestras críticas respecto a Jacobo deben ser limitadas. Aunque él transigió, no adoptó el Antiguo Testamento y no era un judaizante.

Si comparamos la transigencia de Jacobo con la obra realizada por los judaizantes, podremos ver que la degradación de la iglesia es peor que un fracaso en la iglesia. La degradación no es meramente un fracaso, el cual no es algo fundamental ni vital. Debido a que la degradación mata la vida de la iglesia, al cortar la raíz misma del árbol, es algo más fundamental y vital que un fracaso. Esto debe impresionarnos profundamente al considerar los diversos aspectos que tiene la degradación de la iglesia según es descrita en el Nuevo Testamento.

A. Fue invadida por la filosofía gnóstica y los rudimentos del mundo: las enseñanzas rudimentarias de judíos y gentiles, las cuales consisten en observancias ritualistas con relación a comer carne, a bebidas, lavamientos y ascetismo

El primer aspecto de la degradación de la iglesia consistió en que ella fue invadida por la filosofía gnóstica y los rudimentos del mundo: las enseñanzas rudimentarias de judíos y gentiles, las cuales consistían en observancias ritualistas con relación a comer carne, a bebidas, lavamientos y ascetismo (Col. 2:8, 16, 20-22; Tit. 1:14-15). El gnosticismo es una composición de la filosofía griega y oriental y la religión judía. Cuando la iglesia se propagó al mundo gentil, ella se vio contaminada por el gnosticismo. Esta contaminación se convirtió en un problema que afectaba la raíz misma de la iglesia, al grado que casi cercenó toda la raíz de la vida de iglesia. Por tanto, el gnosticismo era una seria amenaza para la existencia misma de la vida de iglesia.

Debido al peligro que el gnosticismo representaba, en Colosenses 2:8 Pablo dijo: “Mirad que nadie os lleve cautivos por medio de su filosofía y huecas sutilezas, según las tradiciones de los hombres, conforme a los rudimentos del mundo, y no según Cristo”. La palabra cautivos aquí denota una presa o un prisionero. Aquellos que son llevados como parte del botín son llevados en cautiverio. La palabra griega traducida “su” antes de “filosofía” es enfática, por lo cual denota una filosofía particular. La filosofía a través de la cual los creyentes en Colosas fueron llevados cautivos era el gnosticismo, una mixtura de las filosofías judía, oriental y griega. Como indica Pablo, el gnosticismo es una hueca sutileza.

En este versículo la filosofía y la hueca sutileza son conforme a las tradiciones de los hombres. La fuente de la enseñanza gnóstica en Colosas era la tradición de los hombres; no se basaba en los escritos de Dios que habían sido revelados, sino en las prácticas tradicionales de los hombres.

La filosofía y la hueca sutileza mencionadas en 2:8 no solamente se conforman a las tradiciones de los hombres, sino también a los rudimentos del mundo. Aquí, en Colosenses 2:20 y en Gálatas 4:3 la expresión los rudimentos del mundo no se refiere a sustancias, sino a las enseñanzas rudimentarias de los judíos y de los gentiles, que consisten en observancias ritualistas con relación a comer carne, a bebidas, lavamientos y ascetismo. A los ojos de Pablo, las tradiciones de los hombres eran meramente principios elementales. Estas tradiciones están incluidas en lo designado como principios rudimentarios del mundo.

Pablo concluye Colosenses 2:8 diciendo que la filosofía y la hueca sutileza no son según Cristo. Cristo es el principio que rige toda sabiduría y todo conocimiento verdaderos, la realidad de toda enseñanza genuina, y la única medida de todo concepto aceptable a Dios.

En Colosenses 2:16 y 17 Pablo sigue diciendo: “Por tanto, nadie os juzgue en comida o en bebida, o en cuanto a días de fiesta, luna nueva o Sábados, todo lo cual es sombra de lo que ha de venir; mas el cuerpo es de Cristo”. Las palabras griegas traducidas “en comida o en bebida” podrían traducirse también “al comer o al beber”. La comida y la bebida representan satisfacción y fortalecimiento. Los días de fiesta se refieren a las fiestas judías anuales, las cuales representan gozo y disfrute, y la luna nueva representa un nuevo comienzo con luz en la oscuridad. Además, los Sábados representan compleción y descanso. Todos estos componentes de la ley en su aspecto ritual son sombra de las cosas espirituales en Cristo, tal como una sombra es una figura del cuerpo de una persona. Las fiestas, las lunas nuevas, los Sábados y las normas acerca del comer y el beber eran sombras. El cuerpo, la sustancia sólida, de tales sombras es Cristo mismo.

En Colosenses 2:20 Pablo dice: “Si habéis muerto con Cristo en cuanto a los rudimentos del mundo, ¿por qué, como si vivieseis en el mundo, os sometéis a ordenanzas?”. Los rudimentos del mundo incluyen cosas tales como las observancias judías, las ordenanzas paganas y la filosofía; también incluyen el misticismo y el ascetismo. Los rudimentos del mundo son los principios rudimentarios que rigen las sociedades de este mundo, principios inventados por los hombres y practicados por la sociedad. Al morir con Cristo hemos muerto a todos esos rudimentos del mundo. Cuando Cristo fue crucificado, nosotros también fuimos crucificados. En Su crucifixión fuimos liberados de los principios rudimentarios del mundo.

Puesto que con Cristo morimos a los rudimentos del mundo, Pablo nos pregunta por qué, como si viviéramos en el mundo, nos sometemos a ordenanzas, los principios rudimentarios a los cuales morimos en Cristo. El mundo en el versículo 20 se refiere no al planeta tierra, sino a la sociedad humana. Por tanto, aquí Pablo pregunta a los creyentes por qué todavía se someten a las ordenanzas como si todavía vivieran en la sociedad humana.

En el versículo 21 Pablo enumera algunas de estas ordenanzas: “No manejes, ni gustes, ni aun toques”. Éstas son normas y ordenanzas acerca de las cosas materiales. Ellas están relacionadas, respectivamente, con cosas que se mueven, cosas comestibles y cosas tangibles. Manejar, gustar y tocar incluyen prácticamente toda clase de acción. Debido a que estas ordenanzas se relacionan con la práctica del ascetismo, someterse a ordenanzas que regulan lo que manejamos, gustamos y tocamos equivale a practicar el ascetismo.

En Tito 1:14 y 15 Pablo nuevamente se refiere a la influencia ejercida por el gnosticismo. La primera parte del versículo 14 dice: “No atendiendo a mitos judaicos”. La palabra griega aquí traducida “mitos” se refiere a palabras, discursos y conversaciones con respecto a cosas tales como rumores, informes, historias e imaginaciones. También puede incluir historias judías de milagros e invenciones rabínicas. Éstos eran mitos profanos y de viejas (1 Ti. 4:7). Los mitos judaicos mencionados aquí tal vez fueron la raíz de las mitologías gnósticas.

En Tito 1:14 Pablo también menciona “mandamientos de hombres que se apartan de la verdad”. Según el versículo siguiente, estos mandamientos deben haber sido preceptos acerca de abstenerse de alimentos y otras cosas provistas por Dios para uso del hombre. Estos eran mandamientos de los primeros gnósticos y no de los ascetas, cuya teosofía provenía de fuentes judías, y algo de ello probablemente se derivó de la ley mosaica.

En el versículo 15 Pablo añade: “Todas las cosas son puras para los puros, mas para los contaminados e incrédulos nada es puro; pues su mente y su conciencia están contaminadas”. La afirmación todas las cosas son puras para los puros debe de haber sido una máxima entre los cristianos. El apóstol citó esto para refutar los mandamientos de hombres, es decir, los preceptos relacionados con la abstinencia, los cuales prohibían realizar ciertas acciones e ingerir ciertos alimentos (1 Ti. 4:3-5; Ro. 14:20).

(Conclusión del Nuevo Testamento, La (Mensajes 221-239), capítulo 3, por Witness Lee)