Efesios 4:11-13 dice: “Y El mismo dio a unos como apóstoles, a otros como profetas, a otros como evangelistas, a otros como pastores y maestros, a fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del Cuerpo de Cristo, hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del pleno conocimiento del Hijo de Dios, a un hombre de plena madurez, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo”.
Las personas de las que se habla aquí son diferentes de las que se mencionan en Romanos 12 y en 1 Corintios 12. Estos se dedican al ministerio de la palabra. La intención de Dios cuando dio a la iglesia los ministros de la palabra era la edificación del Cuerpo de Cristo. Los ministros de la palabra tienen un lugar especial en la edificación del Cuerpo de Cristo. Para que el Cuerpo de Cristo sea edificado, debemos pedir a Dios que nos dé más ministros de la palabra.
Al mismo tiempo, la iglesia debe proveer amplias oportunidades a los nuevos creyentes para que se manifiesten y descubran si son ministros de la palabra. No debemos ser obstáculos para el don que Dios les dio. No debemos privarlos de la oportunidad de manifestarse como ministros de la palabra.
(Mensajes para creyentes nuevos: Cuerpo de Cristo, El #24, capítulo 1, por Watchman Nee)