Los creyentes tienen un derecho básico mientras están en la tierra hoy y es el derecho a que sus oraciones sean contestadas. Cuando la persona es regenerada, Dios le concede el derecho básico de pedir y de recibir respuesta. En Juan 16 dice que Dios responde cuando le pedimos en el nombre del Señor, para que nuestro gozo sea cumplido; y si oramos sin cesar, nuestra vida cristiana estará llena de gozo.
Si oramos sin cesar y Dios no nos contesta o si hemos sido cristianos por años y Dios a duras penas nos escucha o nunca nos responde, algo muy serio está pasando. Si hemos sido creyentes por tres o cinco años sin recibir respuesta a nuestra oración, somos cristianos extremadamente ineficaces. Aunque somos hijos de Dios, nuestras oraciones no son respondidas. Esto jamás debe suceder. Todo creyente debe recibir de Dios respuesta a sus oraciones, pues tal experiencia es básica. Si Dios no nos ha contestado la oración por mucho tiempo, esto indica que algo se ha interpuesto entre El y nosotros. No podemos engañarnos al respecto pensando que no nos preocupamos si las oraciones son contestadas o no, o si son eficaces o no.
Nos gustaría preguntarle a cada creyente: ¿Ha aprendido usted a orar? ¿Ha contestado Dios su oración? Estamos equivocados si dejamos oraciones sin respuesta, porque las oraciones no son palabras al viento, puesto que se ofrecen para ser contestadas. Las oraciones sin respuesta son oraciones vanas, y los creyentes deben esperar respuestas a sus oraciones, porque si usted ha creído en Dios, El debe contestarle. Las oraciones que uno haya hecho sin que haya recibido respuesta son inútiles; uno debe orar hasta recibir respuesta ya que la oración no sólo cultiva el espíritu sino que se hace para obtener respuestas.
La oración puede considerarse el tema más profundo y a la vez el más sencillo. Es tan insondable que algunos nunca han orado como es debido a pesar de haber oído acerca de la oración toda su vida. Muchos hijos de Dios tienen el sentir de que jamás aprendieron a orar. Sin embargo, la oración es algo tan sencillo que tan pronto una persona cree en el Señor puede empezar a orar, y sus oraciones son contestadas. Si usted tiene un buen comienzo en su vida cristiana, siempre recibirá respuesta a sus oraciones. De lo contrario, no recibirá respuesta a su oración por tres o cinco años y si no se tiene un fundamento apropiado, necesitará un gran esfuerzo para corregirlo más adelante. Por lo tanto, cuando uno cree en el Señor, debe recibir de Dios respuesta a las oraciones. Esperamos que el creyente preste mucha atención a este asunto.
(Mensajes para creyentes nuevos: Oración, La #11, capítulo 1, por Watchman Nee)