Mensajes para creyentes nuevos: Nuestra vida #16, por Watchman Nee

I. CRISTO ES NUESTRA VIDA

Muchos creyentes tienen un concepto equivocado en cuanto al Señor Jesús. Creen que El nos dejó un modelo de conducta mientras vivió en la tierra, y que nosotros debemos imitarlo. Es cierto que la Biblia nos manda que imitemos al Señor (Ro. 15:15; 1 Co. 11:1, etc.), pero no nos dice que lo hagamos por nuestros propios medios. Antes de poder imitar al Señor es necesario comprender que aunque muchos tratan, fracasan continuamente. Para ellos el Señor es como una buena caligrafía china, algo que puede ser calcado línea por línea. No se dan cuenta de cuán frágil es el hombre y de que ninguna energía carnal le puede dar la fuerza que se requeriría para poder imitarlo.

Algunos creyentes piensan que pueden pedirle al Señor que les dé poder y los capacite, simplemente porque la Biblia dice: “Todo lo puedo en Aquel que me reviste de poder” (Fil. 4:13). Perciben que hay muchas cosas que hacer, muchos preceptos bíblicos que obedecer y muchos ejemplos que el Señor nos dio y que debemos imitar. También piensan que no pueden hacer ninguna de estas cosas si no tienen más poder. Por lo tanto, le piden al Señor que les dé poder. Creen que si el Señor les diera más poder, podrían cumplir todo lo que les sea requerido. Muchos simplemente esperan y anhelan diariamente que el Señor les dé poder para dirigir sus actividades.

Es cierto que necesitamos buscar al Señor y pedirle poder, pero además necesitamos ver algo más. De no ser así, no siempre tendremos poder, aunque busquemos al Señor. Podemos orar a El diariamente para que nos dé poder, pero experimentaremos que a veces el Señor contesta nuestra oración y a veces no. Para algunos esto tal vez signifique que todo lo pueden hacer cuando el Señor los reviste de poder, y que no pueden hacer nada cuando no los reviste de poder. Esta es precisamente la razón por la cual muchos creyentes fracasan constantemente. Tenemos que pedirle al Señor que nos revista de poder; pero si tomamos esto como un mandamiento aislado o como el único camino, fracasaremos.

La relación fundamental entre Cristo y nosotros se expresa en la expresión Cristo es nuestra vida. La única razón por la cual podemos imitar al Señor, pedirle que nos dé fuerza es porque El llegó a ser nuestra vida. No hay manera de imitarlo o que nos revista de poder si no entendemos lo que significa el hecho de que El es nuestra vida. Por lo tanto, debemos entender y captar este secreto primero, antes de poder imitarlo o pedirle poder.

Leemos en Colosenses 3:4: “Cristo, nuestra vida” y en Filipenses 1:21: “Para mí el vivir es Cristo”. Esto nos muestra que el camino a la victoria es Cristo como nuestra vida. La victoria es: “Para mí el vivir es Cristo”. Si un cristiano no sabe lo que significan “Cristo, nuestra vida” y “Para mí el vivir es Cristo”, no experimentará la vida del Señor en la tierra ni podrá seguirlo, ni experimentar victoria en El, ni avanzar delante de El.

(Mensajes para creyentes nuevos: Nuestra vida #16, capítulo 1, por Watchman Nee)