II. EDIFICAR EL CUERPO DE CRISTO
Nuestra obra debe edificar el Cuerpo de Cristo (Ef. 4:12, 16). Esto cambiará nuestra mentalidad y nuestro punto de vista. Si tenemos una visión tal, no podremos llevar a cabo ninguna obra que no sea parte del Cuerpo de Cristo.
A. Creciendo en vida
Tenemos que edificar el Cuerpo de Cristo creciendo en vida (Ef. 4:15). El grado al que podemos edificar la iglesia depende del grado al que hayamos crecido en Cristo. En realidad nuestra obra de edificación del Cuerpo de Cristo no es ninguna especie de obra. Tiene que ser fruto de nuestro crecimiento en Cristo. En otras palabras, nuestra obra de edificación debe ser el aumento de la medida de Cristo en nosotros. Tenemos que crecer en Cristo, la Cabeza, en todas las cosas. Hoy día en muchas cosas, no estamos en Cristo sino fuera de El. Necesitamos crecer en El en todas las cosas, sean grandes o pequeñas.
B. Vivir configurados a la muerte de Cristo
Este crecimiento consiste en vivir configurados a la muerte de Cristo por el poder de Su resurrección y por la abundante suministración del Espíritu de Jesucristo (Fil. 3:10; 1:19b).
C. Una edificación corporativa
Este crecimiento hace posible la edificación colectiva del Cuerpo de Cristo (Ef. 4:16). Al crecer todos nosotros en Cristo en todo aspecto, se produce un crecimiento colectivo que facilita la edificación colectiva del Cuerpo de Cristo.
Todos los miembros del Cuerpo de Cristo están unidos por todas las coyunturas del rico suministro. La coyunturas son los miembros dotados, a saber: los apóstoles, los profetas, los evangelistas y los pastores y maestros (v. 11). Si los miembros no están unidos, no puede haber edificación. Consideremos el caso de un edificio grande. Dicho edificio es unido firmemente por las vigas de acero, que constituyen la estructura metálica. En el Cuerpo de Cristo nosotros estamos unidos por cada coyuntura del rico suministro.
El Cuerpo también está entrelazado por la función de cada miembro en su medida. Una vez que la estructura del edificio es erigida, es necesario un entrelazamiento, una unión, de todos los materiales para llenar los vacíos. Los materiales son acoplados al ser unidos y entretejidos sólidamente. En el Cuerpo de Cristo ser entrelazado equivale a ser edificado por medio de la función de cada miembro en su medida. Esto incluye a todos los miembros del Cuerpo de Cristo. Por medio del crecimiento en vida y el desarrollo de los dones, cada miembro del Cuerpo de Cristo recibe su propia medida, con la cual funciona para que el Cuerpo crezca.
(
Manera práctica de llevar una vida conforme a la cumbre de la revelación divina contenida en las santas Escrituras, La, capítulo 6, por Witness Lee)