Estudio-vida de Josué, Jueces y Rut, por Witness Lee

I. EL ENCARGO, LA PROMESA Y LAS PALABRAS DE ALIENTO DADAS POR DIOS A JOSUÉ

Del versículo 1 al 9 encontramos el encargo que Dios le hace a Josué, Su promesa y Sus palabras de aliento para él.

A. El encargo que Dios le hace a Josué

El encargo que Dios le hizo a Josué (vs. 1-4) fue que entrase en la tierra prometida por Él. El encargo que Dios le hizo a quienes habrían de tomar posesión de la tierra estuvo basado en lo ordenado por Dios, en lo iniciado por Dios y en la elección de Dios. Los que habrían de tomar posesión de la tierra debían sacrificarse, negarse a sí mismos, renunciar a sus propios intereses y preferencias en todas las cosas y arriesgar sus vidas para llevar a cabo la economía eterna de Dios.

1. La buena tierra le es dada a Israel por Dios

En el versículo 2, Dios le dijo a Moisés: “Mi siervo Moisés ha muerto; ahora, pues, levántate y cruza este Jordán, tú y todo este pueblo, a la tierra que Yo les doy a los hijos de Israel”. Aquí vemos que fue Dios quien dio la buena tierra a Israel.

2. Todavía es necesario que Israel tome posesión de la tierra

“Yo os he dado, como prometí a Moisés, todo lugar que pise la planta de vuestro pie” (v. 3). Este versículo indica que aun cuando Dios le había dado la buena tierra a Israel, todavía era necesario que Israel tomara posesión de la tierra. Por un lado, Dios les había dado la buena tierra; por otro, el pueblo de Dios debía cooperar con Dios levantándose para cumplir la comisión dada por Dios al tomar posesión de la tierra.

3. El territorio de la buena tierra

Según el versículo 4, el territorio de la buena tierra incluía: por el sur, el desierto; por el norte, el Líbano; por el este, el gran río, el río Éufrates; y por el oeste, el mar Mediterráneo.

B. La promesa de Dios

La promesa de Dios consistía, primero, en que ningún hombre podría hacerle frente a Josué en todos los días de su vida (v. 5a). En segundo lugar, la promesa de Dios consistía en que Él estaría con Josué y no lo dejaría ni lo abandonaría (v. 5b). En el versículo 9c, Dios le dijo a Josué: “Jehová tu Dios está contigo adondequiera que vayas”.

C. Las palabras de aliento dadas por Dios a Josué

Del versículo 6 al 9 encontramos las palabras de aliento dadas por Dios a Josué.

1. Esforzarse y ser valiente

En primer lugar, Dios alentó a Josué a esforzarse y ser valiente (vs. 6a, 7a, 9a). Josué debía ser valiente no en sí mismo, sino en el Dios que se mueve y opera.

2. No temer ni desmayar

Luego, Dios alentó a Josué a no temer ni desmayar (v. 9b).

3. Dice que Josué tendría éxito adondequiera que fuese

Más aún, Dios le dijo a Josué que tendría éxito adondequiera que fuese (vs. 7c, 8b).

4. Andar conforme a la palabra de Dios

Las palabras de aliento dadas por Dios a Josué le instaban a andar conforme a la palabra de Dios. Josué no debía apartarse de la ley dada por Moisés “ni a la derecha ni a la izquierda” (v. 7b). El libro de la ley no debía apartarse de su boca, sino que debía meditar en él día y noche a fin de hacer conforme a todo lo que en él está escrito (v. 8a). Josué debía ocuparse en la palabra de Dios y debía dejar que la palabra ocupase todo su ser. Al ocuparse en la palabra de Dios y ser lleno de ella, él sería prosperado y tendría éxito en tomar posesión de la buena tierra.

(Estudio-vida de JosuĂ©, Jueces y Rut, capítulo 2, por Witness Lee)