Mensajes para creyentes nuevos: Reuniones, Las #10, por Watchman Nee

I. LA GRACIA CORPORATIVA SE ENCUENTRA EN LAS REUNIONES

La Palabra de Dios dice: “No dejando de congregarnos” (He. 10:25). ¿Por qué no debemos dejar de congregarnos? Porque cuando estamos reunidos Dios nos imparte Su gracia personal y corporativamente. El no sólo nos concede la gracia personal, sino también gracia corporativa, y ésta sólo se encuentra en la asamblea o reunión.

Previamente hemos hablado sobre la oración. Sabemos orar individualmente y no dudamos que Dios nos escucha. Sin embargo, hay otra clase de oración que a fin de recibir contestación tiene como principio que dos o tres se junten en el nombre del Señor. La oración individual no puede lograrlo. A fin de que Dios conteste, los asuntos importantes deben ser presentados en las reuniones y se debe orar por ellos corporativamente. La gracia corporativa de Dios llega al hombre solamente en las reuniones. Uno puede pensar que la oración individual por ciertos asuntos es suficiente para hallar la misericordia de Dios, pero la experiencia nos dice que no es así. A menos que dos o tres, o todos los hermanos se reúnan a orar, Dios no contesta. Si no nos reunimos a orar con los demás, algunas de nuestras oraciones no recibirán respuesta.

Hablamos también de cómo al leer la Biblia. Dios nos da Su gracia cuando leemos la Biblia solos; sin embargo, la revelación de algunas porciones de la Palabra no se da al individuo, sino que Dios concede Su luz a la asamblea, cuando todos están reunidos. Allí algún hermano es guiado a leer un pasaje de la Palabra, y aunque no se hable sobre ese pasaje en particular, el hecho de que toda la asamblea la lea, le da a Dios la oportunidad de derramar Su luz. Muchos hermanos testifican que pueden entender más la Palabra de Dios en las reuniones, que cuando la estudian individualmente. Dios abre cierta porción de Su Palabra por medio de otra porción, de tal manera que mientras una persona habla de un pasaje, la luz brilla en otro pasaje, y de esta manera la luz y la gracia se reciben en forma corporativa.

Al no reunirnos con los demás, aunque obtengamos una porción individual de la gracia, perdemos gran parte de la gracia, la gracia corporativa que Dios concede solamente en las reuniones. Es por esta razón que la Biblia nos exhorta a no dejar de congregarnos.

(Mensajes para creyentes nuevos: Reuniones, Las #10, capítulo 1, por Watchman Nee)