1) “Los ídolos de ellos son plata y oro, obra de manos de hombres. Tienen boca, mas no hablan; tienen ojos, mas no ven; orejas tienen, mas no oyen; tienen narices, mas no huelen; manos tienen, mas no palpan; tienen pies, mas no andan; no hablan con su garganta. Tampoco hay aliento en sus bocas” (Sal. 115:4-7; 135:15-17).
Según estos versículos, todos los ídolos son falsos y no son el Dios verdadero.
2) “Sabemos que un ídolo nada es en el mundo, y que no hay más que un Dios. Pues aunque haya algunos que se llamen dioses ... (como hay muchos dioses y muchos señores), para nosotros, sin embargo, sólo hay un Dios” (1 Co. 8:4-6).
Estos versículos demuestran claramente que como Dios es el Dios verdadero, el único y sólo Dios, todos los ídolos no son nada y los llamados dioses no son Dios.
3) “No te inclinarás a ellas, ni las honrarás; porque yo soy Jehová tu Dios, fuerte, celoso, que visito la maldad ... de los que me aborrecen” (Ex. 20:5).
Este versículo nos dice también que el único y soló Dios verdadero es un Dios celoso que aborrece todos los ídolos y castigará la maldad de idolatría.
(Lecciones de vida, tomo 1, capítulo 7, por Witness Lee)