EL LIDERAZGO EN LA VIDA DE IGLESIA
El liderazgo neotestamentario abarca a los ancianos de la iglesia y los que dirigen en el ministerio. No es correcto decir que no existe liderazgo en la iglesia. Incluso en la vida familiar normal hay liderazgo. Cuando los padres no están en casa, se le deja al hermano o a la hermana mayor como el liderazgo sobre los otros hijos. Si los padres y los hijos mayores están ausentes, se deja la nana allí encargada del resto de los hijos. En toda situación se necesita un líder. En la vida de iglesia los ancianos ejercen el liderazgo diligentemente (He. 13:24; Ro. 12:8). Todos los ancianos dirigen en la iglesia. Sin líderes no podríamos tener una vida de iglesia ordenada con sus muchos aspectos, sino que tendríamos confusión.
El liderazgo en la vida de iglesia se lleva a cabo por la labor de los ancianos al enseñar a los santos (1 Ti. 5:17; 3:2) y al pastorear a la iglesia como rebaño de Dios, velando sobre ella conforme a Dios, siendo ejemplos del rebaño, sin ejercer señorío sobre el rebaño (1 P. 5:2-3). Los dirigentes en la iglesia deben guiar en todo aspecto. Deben ser las ovejas que van al frente, las ovejas principales. Cuando las ovejas que están al frente del rebaño andan, las demás siguen, y cuando las ovejas que están al frente no hacen nada, todo el rebaño tampoco hace nada. Si los servicios sanitarios del local necesitan ser limpiados, los ancianos deben ser los primeros en hacerlo. Los ancianos también deben ser los primeros que salen a predicar el evangelio tocando puertas. Si los ancianos salen a predicar el evangelio, muchos en la iglesia les seguirán. Por otra parte, si los ancianos no toman la iniciativa para salir, sino que simplemente exhortan a los otros santos a que lo hagan, pocos santos saldrán. La manera de ser un anciano no es dar órdenes sino tomar la iniciativa. Si los ancianos laboran enseñando y si pastorean, velan y son ejemplos del rebaño, todos los santos les respetarán y obedecerán su liderazgo.
Los santos deben respetar, obedecer y honrar a los ancianos (1 Ts. 5:12-13; He. 13:17; 1 Ti. 5:17). El honor dado a los ancianos puede incluir bienes materiales. Algunos ancianos no tienen un trabajo secular porque están muy ocupados en los asuntos prácticos de la iglesia. No tienen ingresos pues viven por fe. Los santos deben honrarles con bienes materiales. Este es el debido orden apropiado con una situación apropiada y bella en la vida de iglesia.
(Liderazgo en el Nuevo Testamento, El, capítulo 4, por Witness Lee)