Liderazgo en el Nuevo Testamento, El, por Witness Lee

LA ADMINISTRACION DE DIOS EN EL NUEVO TESTAMENTO

Los ancianos nombrados por los apóstoles

Ahora llegamos al Nuevo Testamento. En el Antiguo Testamento no se nos dijo cómo fue producido el primer grupo de ancianos. En el Nuevo Testamento tampoco se nos indica directamente cómo fue producido el primer grupo de ancianos de la iglesia. Tanto Pedro como Juan eran ancianos de la iglesia en Jerusalén (1 P. 5:1; 2 Jn. 1; 3 Jn. 1) lo mismo que Jacobo (Gá. 2:9; Hch. 12:17; 15:2, 13; 21:18). Este era hermano carnal del Señor Jesús (Gá. 1:19; Mt. 13:55) y sólo fue salvo después de la muerte del Señor (Jn. 7:3, 5). Jacobo creyó en el Señor al ver Su muerte o al aparecérsele en Su resurrección (1 Co. 15:7). Por tanto, no pasó mucho tiempo entre el momento en que fue salvo y el momento en que llegó a ser anciano. Con el tiempo, llegó a ser un anciano notable en la iglesia en Jerusalén. La iglesia en Jerusalén está representada por el nombre Jacobo en Gálatas 2:12, y en el libro de los Hechos Jacobo es el más destacado entre los ancianos de Jerusalén (12:17; 15:13; 21:18). ¿Cómo fueron establecidos Jacobo, Pedro y Juan como ancianos? La Biblia no nos da una respuesta directa.

Cuando el apóstol Pablo fue levantado por el Señor y enviado por el Espíritu Santo, el Señor le utilizó para establecer nuevas iglesias. Hechos 14:23 nos dice que probablemente ese mismo año Pablo regresó para nombrar ancianos en cada una de estas nuevas iglesias locales. El nombramiento de los ancianos se relata claramente en Hechos 14:23. Los ancianos fueron establecidos entre los santos por los apóstoles que les habían predicado el evangelio y que habían hecho de ellos una iglesia local. Tito 1:5 nos dice que los apóstoles que establecieron las iglesias tenían la posición y el derecho de enviar un representante para que estableciera ancianos. Este fue el caso de Tito. Tito representaba al apóstol Pablo al establecer ancianos en las ciudades de la isla de Creta. Estos versículos nos muestran que los ancianos fueron producidos debidamente en el Nuevo Testamento al nombrarlos los que les habían predicado el evangelio, les habían enseñado la verdad y habían hecho de ellos, junto con los santos, una iglesia local. Los apóstoles deben ser los que nombran ancianos para que efectúe la administración de Dios en cada iglesia local.

Cuando llegó el recobro del Señor en la China continental, adoptamos por lo menos el ochenta por ciento de las prácticas de las Asambleas de los Hermanos. En 1935 nos dimos cuenta de que no podíamos seguirles cien por ciento, porque reconocimos su grave error en cuanto a la práctica de la iglesia. La luz que el hermano Nee recibió durante ese tiempo se halla en el libro titulado The Assembly Life [La vida de asamblea]. El dio estos mensajes por primera vez en 1934.

Cuando el hermano Nee empezó a ver la luz relacionada con la práctica bíblica de la vida de iglesia, todavía estaba limitado por nuestra humildad. Dijo: “Hoy somos los apóstoles extraoficiales, pero los apóstoles extraoficiales de todos modos tienen el derecho extraoficial de nombrar los ancianos extraoficiales”. Eramos muy humildes. No nos atrevíamos a reconocer que éramos los ancianos. Pero dijimos: “Si no somos los apóstoles hoy, por lo menos somos los apóstoles extraoficiales. Si no fuera así, ¿de dónde vinieron las iglesias?” Sin duda, todas las iglesias de China surgieron de la enseñanza del hermano Nee. Si él no era un apóstol, era por lo menos un apóstol extraoficial.

Poco después, el hermano Nee publicó otro libro en chino titulado La vida cristiana normal de la iglesia. Allí el hermano Nee fue franco. Dijo que si los que predicamos el evangelio, enseñamos la verdad y establecemos iglesias no somos los apóstoles, entonces ¿quiénes los son? El fue muy firme en este asunto. Eliminó el prefijo extra de la palabra extraoficial y dijo que éramos apóstoles oficiales y que los ancianos establecidos por nosotros eran ancianos oficiales. Por tanto, no somos ancianos extraoficiales sino oficiales. Ya sé que algunos de ustedes son todavía jóvenes, aunque no lo son tanto en comparación con los ancianos establecidos por Pablo en Hechos 14:23. Pablo nombró aquellos ancianos en el mismo año que sus iglesias fueron establecidas.

(Liderazgo en el Nuevo Testamento, El, capítulo 3, por Witness Lee)