LA NECESIDAD DE COMPENETRARNOS PARA QUE
EL CUERPO DE CRISTO SEA EDIFICADO
La compenetración es un pensamiento prevaleciente en la Biblia. En el Antiguo Testamento hay un tipo de la compenetración que conduce al cumplimiento de la economía de Dios. Sin embargo, si leemos el Antiguo Testamento sólo según la letra, no podremos verlo. El tipo de la compenetración fue mencionado por el apóstol Pablo. En 1 Corintios 10:17 Pablo dice: “Siendo uno solo el pan, nosotros, con ser muchos, somos un Cuerpo; pues todos participamos de aquel mismo pan”. El pensamiento de Pablo con respecto a que la iglesia es un pan no fue su propia invención; lo sacó del Antiguo Testamento. La ofrenda de harina de Levítico 2:4 consistía en tortas hechas de flor de harina amasada con aceite. Toda la harina fue amasada, mezclada, con el aceite. Esto es la compenetración. Pablo nos dice que la iglesia es un pan, una torta, hecho de flor de harina. Esta flor de harina viene de los granos de trigo, y los granos vienen de un solo grano de trigo, el cual es Cristo. Juan 12:24 dice que Cristo es el grano de trigo que cayó en la tierra y murió y brotó en resurrección para producir muchos granos, que somos nosotros, Sus creyentes. Nosotros somos los muchos granos que son molidos hasta ser flor de harina para hacer la torta, el pan, de la iglesia. Aquí podemos ver el pensamiento de la compenetración que se menciona en la Biblia
Luego en 1 Corintios 12:24 Pablo escribe: “Pero Dios concertó el cuerpo, dando más abundante honor al que le faltaba”. Este versículo dice claramente que Dios ha concertado a todos los creyentes, ha hecho que se compenetraran. Pero ¿dónde está la compenetración en el recobro? Tal vez pensemos que la coordinación que tenemos en la iglesia es la realidad de la compenetración. Pero tengo que decirle a usted que aun la coordinación que existe en la iglesia no es la realidad del Cuerpo de Cristo. Ahora tal vez se pregunta qué es la realidad del Cuerpo de Cristo. Es por esto que es necesario establecer una “universidad” para que pasemos de “la secundaria” a fin de llegar a la cumbre más alta, la realidad del Cuerpo de Cristo.
(Puntos prácticos en cuanto a la compenetración, capítulo 2, por Witness Lee)