Ahora necesitamos ver cómo la visión del Dios Triuno puede llegar a nosotros.
Cuando la luz divina resplandece sobre la revelación divina, ésta se convierte en la visión divina (Hch. 26:19). Una visión es una perspectiva según la cual podemos ver algo. Si los ojos de una persona están cubiertos por un velo grueso, puede haber una escena maravillosa en frente de él, pero no la ve. No puede ver porque no tiene visión, pero cuando el velo es quitado, puede ver.
Muchos cristianos leen la Biblia con un velo. Por eso Pablo dijo que debemos mirar a Cristo con cara descubierta (2 Co. 3:18). En 2 Corintios 3 Pablo dijo que cuando los hijos de Israel leían los libros de Moisés, tenían un velo sobre sí y no veían nada (vs. 13-15). Luego Pablo dijo que cuando el corazón de ellos se vuelve al Señor, el velo es quitado y que donde está el Espíritu, allí hay libertad (vs. 16-17). Esto significa que cuando tenemos un velo, estamos atados; estamos encarcelados; no tenemos libertad. Cuando el velo desaparece, somos liberados. Esta libertad viene del Espíritu de Dios. Por el Espíritu de Dios miramos al Señor con cara descubierta para ser transformados a Su imagen por medio del Señor Espíritu.
Necesitamos aprender a venir a la Biblia todos los días acudiendo a Dios. Debemos confesar nuestros pecados para no tener obstáculos a fin de así poder tener comunión con Dios en el Espíritu. Luego debemos leer Su palabra orando-leyendo. Todos los días recibiremos revelación; además, el Espíritu resplandecerá sobre la revelación, y recibiremos una visión. Hay una progresión de la palabra a la revelación y de la revelación a la visión.
En Efesios 1:17 Pablo pidió al Señor que nos diera un espíritu de sabiduría y de revelación. Cuando el Espíritu resplandece sobre la revelación, se tiene la visión. Sin la luz, no podemos recibir la visión, aunque el velo sea quitado. El velo no debe estar; y la luz debe venir. Además, necesitamos tener la capacidad de ver. Si estamos ciegos, no podremos ver nada, aunque el velo se quite y la luz esté allí. Necesitamos la revelación, la luz, la visión por medio de la luz y la capacidad de ver. Entonces ya no está el velo, se tiene la visión, y se tiene la luz con la capacidad de ver. También tenemos el entendimiento de la visión por medio de la sabiduría del Espíritu.
(Revelación del Dios Triuno y Su mover, La, capítulo 1, por Witness Lee)