Revelación del Dios Triuno y Su mover, La, por Witness Lee

II. LAS REVELACIONES

En el mensaje anterior vimos los hechos relacionados con la revelación del Dios Triuno y Su mover en el Nuevo Testamento. En este mensaje queremos ver las revelaciones relacionadas con estos hechos.

A. La encarnación del Dios Triuno

La encarnación del Dios Triuno introduce a Dios en el hombre, mezclándolo con él y haciéndose uno con el hombre, tanto en la vida y la naturaleza divinas (pero no en deidad) como en la vida y la naturaleza humanas (Jn. 1:14; 1 Ti. 3:16).

B. El vivir humano del hombre Jesús

El vivir humano del hombre Jesús sobre la tierra consiste en expresar a Dios en el hombre manifestando los atributos divinos en las virtudes humanas de Jesús. Esta es la verdadera revelación de Jesús como hombre que vive en esta tierra. Las frases manifestando los atributos divinos y en las virtudes humanas de Jesús son preciosas. La realidad es los atributos divinos, y la expresión es las virtudes humanas. Dios tiene muchos atributos, y todos estos atributos son aspectos de lo que Dios es. Dios es amor y luz. Amor y luz son dos de los atributos de Dios. En Dios son atributos. En el hombre son las virtudes. Cristo expresó los atributos de Dios en Sus virtudes humanas.

C. La crucifixión de Jesucristo

1. Darle fin a la vieja creación y a todo lo relacionado con ella

La crucifixión de Jesucristo consiste en darle fin a la vieja creación y a todo lo relacionado con ella: Satanás, el mundo, el pecado, el viejo hombre y la ley con sus ordenanzas (He. 2:14; Jn. 12:31; Jn. 1:29; Ro. 6:6; Ef. 2:15). Desde mi juventud me dijeron sólo que Jesús fue crucificado y murió por mis pecados. Pero según la revelación del Nuevo Testamento, la crucifixión de Jesucristo tiene muchas implicaciones. Toda la vieja creación y todo lo relacionado con ella fue crucificado.

2. Liberar la vida divina

La crucifixión de Jesucristo también libera la vida divina de la cáscara de humanidad de Jesús a fin de dispensar la vida divina en los creyentes de Cristo (Jn. 12:24). Jesús dijo que era como un grano de trigo, y la vida divina de Dios estaba contenida en la cáscara de ese grano, la cáscara de la humanidad de Cristo. La cruz quebrantó esta cáscara para liberar la vida divina a fin de que ésta pudiera ser dispensada en los creyentes de Cristo.

D. La resurrección de Cristo

1. Designar (elevar) Su humanidad en la filiación divina

La resurrección de Cristo de entre los muertos después de Su crucifixión consiste en designar (elevar) Su humanidad en la filiación divina, haciendo de El el Hijo primogénito de Dios (Ro. 1:4; Hch. 13:33). Tenemos que aprender a hablar este idioma cuando salimos a predicar el evangelio.

2. Hacerle a El el Espíritu vivificante

La resurrección de Cristo de entre los muertos consiste en hacerle a El, el postrer Adán, el Espíritu vivificante (1 Co. 15:45).

3. Regenerar a todos los escogidos de Dios

La resurrección de Cristo de entre los muertos consiste en regenerar a todos los escogidos de Dios, haciéndolos Sus hijos y miembros de Cristo, para constituir el Cuerpo orgánico de Cristo (1 P. 1:3; Jn. 1:12; Ro. 8:16; 12:4-5). Según 1 Pedro 1:3 fuimos regenerados cuando Cristo resucitó.

E. Cristo se infundió como el Cristo pneumático, como un suave aliento, en Sus creyentes

Cristo, la corporificación del Dios Triuno consumado, en la tarde de Su resurrección, se infundió, como el Cristo pneumático, como un suave aliento, en Sus creyentes. Esto indica que el Dios Triuno consumado como Espíritu todo-inclusivo y consumado fue forjado en los creyentes de Cristo como su vida y su todo. Después de resucitar de entre los muertos, en la tarde, regresó a Sus discípulos. No les enseñó nada, sino que sopló en ellos, y este aliento fue el Espíritu Santo. En la resurrección El no es el Cristo que está en la carne, sino el Cristo pneumático. Por medio de la resurrección llegó a ser el Espíritu (2 Co. 3:17). Después de infundirse como el Espíritu en los discípulos, ellos tenían el Dios Triuno consumado en ellos. Este fue el paso culminante del ministerio de Cristo en la tierra, es decir, que el Dios Triuno consumado como el Espíritu todo-inclusivo de vida se une con el espíritu de los creyentes para formar un solo y maravilloso espíritu mezclado (1 Co. 6:17); el Espíritu divino mora en el espíritu humano (2 Ti. 4:22), y los dos obran juntos como un solo espíritu (Ro. 8:16).

1. El Nuevo Testamento es la biografía de Cristo

El Nuevo Testamento, la biografía de Cristo, nos revela que El, como el Cristo de Dios, el Mesías de Dios (Jn. 1:41), el Ungido de Dios (Dn. 9:26), el Designado de Dios, cumple la comisión que Dios le dio con un ministerio triple.

2. El ministerio triple de Cristo se lleva a cabo en tres etapas

a. Su ministerio terrenal

El ministerio triple de Cristo se lleva a cabo en tres etapas. En la primera etapa se ve Su ministerio terrenal, el cual comienza en Su encarnación y termina cuando se infunde en Sus creyentes como el Espíritu de vida, para introducir a Sus creyentes en una unión orgánica con el Dios Triuno procesado y consumado (Mt. 28:19).

b. Su ministerio celestial

En la segunda etapa se ve Su ministerio celestial, el cual comienza cuando el Dios Triuno procesado y consumado, quien está corporificado en Sí mismo, es derramado como el Espíritu de poder en la ascensión, a fin de formar las iglesias, y termina cuando Su Cuerpo orgánico es edificado. Esto produce a los vencedores y tiene su consumación en la Nueva Jerusalén.

c. El ministerio del reino

En la tercera etapa se ve el ministerio del reino, el cual comienza cuando El juzga en Su tribunal a los creyentes, y termina cuando juzga en el gran trono blanco a todos los que hayan muerto. El ministerio del reino quita todo lo negativo del universo. En el ministerio del reino, Cristo elimina a todos los que se oponen a Dios, incluyendo a Satanás, para establecer el reino en la tierra con todos los vencedores como Sus correyes que rigen a las naciones de la tierra.

3. Llevan a su consumación la economía eterna de Dios

Todos los ministerios de Cristo en las tres etapas llevan a su consumación la economía eterna de Dios en la Nueva Jerusalén como el centro del nuevo cielo y la nueva tierra.

(Revelación del Dios Triuno y Su mover, La, capítulo 9, por Witness Lee)