I. CONOCER A CRISTO
Para ser un colaborador o un anciano, primero debemos conocer a Cristo. En Filipenses 3:10 Pablo habló de conocer a Cristo y el poder de Su resurrección, configurándose a Su muerte. Conocer a Cristo no es algo sencillo. Quiero tener comunión con ustedes en cuanto a conocer a Cristo principalmente en cuatro aspectos. Los colaboradores y los ancianos deben conocer estos aspectos. No sólo deben conocerlos, sino que también deben estudiarlos a fondo y ser capaces de comunicarlos. Conocer a Cristo no significa conocerle de modo común, sino conocerle de modo particular. Las riquezas de lo que es Cristo son inescrutables (Ef. 3:8), pero entre ellas se encuentran los cuatro aspectos siguientes, los cuales debemos conocer en particular.
A. El es tanto Dios como hombre
Primero, debemos saber particularmente que Cristo es tanto Dios como hombre. No debemos pensar que ya sabemos esto. Necesitamos recordar constantemente que Cristo es tanto Dios como hombre. El era Dios y se hizo hombre, así que es tanto Dios como hombre. Por consiguiente, es un Dios-hombre.
B. El posee tanto divinidad como humanidad
En segundo lugar, necesitamos saber que puesto que Cristo es un Dios-hombre, posee tanto divinidad como humanidad. Algunos tal vez digan: “Ya sabemos esto”. Es posible que lo sepamos, pero no sabemos cómo comunicarlo. Debemos tener un conocimiento completo de la divinidad y la humanidad de Cristo.
C. El en Su humanidad efectuó
la redención jurídica por medio de Su muerte
En tercer lugar, debemos saber que Cristo en Su humanidad efectuó la redención jurídica por medio de Su muerte. Para conocer a Cristo, tenemos que discernir claramente que es una cosa que El esté en Su humanidad y es otra que esté en Su divinidad. En cuanto a la obra redentora de Cristo, se dice generalmente que Cristo era un hombre de sangre y carne, así que podía morir por nosotros en Su carne. Pero es más profundo decir que Cristo efectuó la redención en Su humanidad. No debemos limitarnos al dicho general; esto indica que nuestro conocimiento en cuanto a Cristo no es lo suficientemente profundo. Debemos penetrar en lo más profundo de la verdad divina para ver el significado intrínseco de Cristo en Su humanidad.
D. El en Su divinidad lleva a cabo
Su salvación orgánica en Su resurrección
En cuarto lugar, también debemos saber que Cristo en Su divinidad lleva a cabo Su salvación orgánica en Su resurrección. Necesitamos ver además que la obra redentora de Cristo es diferente de Su obra salvadora. Romanos 5:10a dice que fuimos “reconciliados con Dios por la muerte de Su Hijo”; esto se refiere a Su obra redentora. Romanos 5:10b dice: “Mucho más ... seremos salvos en Su vida”; esto se refiere a Su obra salvadora. La salvación orgánica se lleva a cabo en la resurrección por Cristo en Su divinidad. Esta es la nueva luz y el idioma nuevo que Dios nos dio. En Su divinidad y en Su resurrección, El lleva a cabo Su obra salvadora orgánica en los creyentes. La redención jurídica ya se efectuó, pero la salvación orgánica se está llevando a cabo.
Necesitamos conocer claramente estos cuatro aspectos. Entonces, no importa si somos colaboradores o ancianos, cuando pastoreamos y enseñamos, podremos proclamar estos asuntos de modo muy claro. Los colaboradores y los ancianos necesitan conocer a Cristo específicamente en estos cuatro aspectos principales. No deben menospreciarlos. Quizás piensen que ya conocen estos aspectos, pero cuando van a hablar a los demás, es posible que no sepan cómo hacerlo ni cómo llamarles la atención a los puntos principales. Esto requiere práctica. Las iglesias de Taiwán actualmente practican cuatro cosas: orar, estudiar, recitar y hablar. Esta es la manera correcta. Todos los colaboradores y los ancianos deben familiarizarse con estos cuatro aspectos relacionados con Cristo al orar-leerlos, estudiarlos profundamente, recitarlos de memoria y hablarlos a fondo para presentar de modo claro los puntos principales.
(
Cómo ser un colaborador y un anciano y cómo cumplir con sus deberes, capítulo 1, por Witness Lee)