Cómo ser un colaborador y un anciano y cómo cumplir con sus deberes, por Witness Lee

I. TENGA CUIDADO CON:

Para cumplir con los deberes de colaboradores y de ancianos, primero necesitamos tener cuidado con ciertas cosas. La palabra cuidado nos dice que ciertas cosas están contra nosotros y nos perjudican; por lo tanto, necesitamos estar alerta y tener cuidado con lo que sigue.

A. La ambición

Primero, debemos tener cuidado con la ambición. La ambición es una cosa terrible. Por supuesto, todas las personas tienen ambiciones. Una persona que no sea ambiciosa no es humana. Sin embargo, cuando usted viene a servir como colaborador o anciano, no debe venir con su ambición. Cuando uno llega a ser profesor, quiere ser un profesor prominente; cuando uno se dedica a los negocios, seguramente quiere que su negocio sea el más destacado; y cuando uno abre un banco, definitivamente quiere abrir el banco más grande. Esto es ambición. Cuando criamos a nuestros hijos les animamos incluso desde muy pequeños a que tengan ambiciones. Sin ambición, nuestros hijos no estudiarían ni podrían graduarse. Les enseñamos que después de graduarse en la escuela primaria, deben tener la ambición de ir a la escuela secundaria, a la universidad y luego a la escuela para graduados. De esta manera les infunden la ambición. Sin embargo, para cumplir con los deberes de colaboradores y de ancianos, usted no debe traer su ambición. La ambición anula sus deberes como colaboradores y ancianos. Una vez que usted tenga ambición, está acabado.

1. Para cumplir con los deberes de colaborador o de anciano, usted necesita tener un corazón puro

Para cumplir con los deberes de colaborador o de anciano, usted necesita tener un corazón puro, que sea purificado de toda ambición sutil en su intención, su propósito, su motivo, y su acción en el recobro del Señor. Por más de sesenta años, conforme con mi observación, entiendo y percibo la sutileza en lo que la gente dice. Algunos hermanos que son útiles en la iglesia se comportan por fuera de una manera muy humilde, pero en el corazón son soberbios. Eso es la ambición sutil, y eso es una pequeña zorra que les impide tener progreso alguno. El Señor no dará más a tal persona, porque si lo hace, más soberbio será. Sólo los que son humildes y no tienen ambición pueden ser utilizados por el Señor, recibir el don de Dios y la encomienda del ministerio del Señor.

2. Nunca busque ser el primero en ningún aspecto de la obra del Señor

Nunca debemos buscar ser el primero en ningún aspecto de la obra del Señor. En la iglesia a veces necesitamos asignar a ciertas personas que tomen responsabilidades. Tal vez los que no reciben encomienda actúen como si no les importara, manifestando nada en el tono de sus voces ni en sus expresiones, sin embargo, están deprimidos y tristes por dentro. Esta es la obra insidiosa de la ambición oculta que compite con otros por ser el primero.

Para esta conferencia tengo una carga doble. Por un lado, quiero mostrarles la visión elevada, que es el contenido de los primeros tres mensajes, los cuales incluyen un extracto del entero Nuevo Testamento. Por otro lado, quiero exponer las cosas viles que están en nuestra naturaleza, tales como amar o querer ser el primero. Espero que seamos iluminados para ver nuestra condición verdadera.

3. Como colaborador, nunca considere que está por encima de los ancianos ni trate de nombrar ancianos

Como colaborador, usted nunca debe considerar que está por encima de los ancianos ni tratar de nombrar ancianos; nombrar ancianos requiere la madurez en vida, estar equipado adecuadamente de la verdad y no ser demasiado joven.

Conforme a las santas Escrituras, los apóstoles son colaboradores, y los apóstoles son los que nombran ancianos. De este modo, algunos colaboradores jóvenes se consideran apóstoles que están por encima de los ancianos. Esta clase de consideración es errónea y absurda. De hecho, no todos los que son colaboradores pueden nombrar ancianos. Sin duda yo sé que algunos colaboradores han ido a ciertas localidades y allí intentaron nombrar ancianos, pero fueron rechazados por las personas de esas localidades. No es apropiado ni es adecuado que uno intente nombrar ancianos simplemente por el hecho de que ha llegado a ser un colaborador. Nombrar ancianos requiere la madurez en vida y estar equipado adecuadamente de la verdad.

El hermano Nee dijo que un apóstol debe estar capacitado para decidir el significado de las doctrinas a fin de determinar si cierta verdad concuerda con las santas Escrituras. Decidir cuál es el significado de las doctrinas y nombrar ancianos no son asuntos sencillos. Para esto se requiere que la persona esté equipada adecuadamente y que no sea demasiado joven. Supongamos que una persona joven de veintiséis años nombre como anciano a una persona de cincuenta y ocho años; esto estaría fuera de tono. Por lo tanto, no piense que sin usted no se puede nombrar ancianos. Es mejor que no se nombre ningún anciano que dejar que una persona joven lleve a cabo el nombramiento. Este problema debe evitarse entre nosotros.

(Cómo ser un colaborador y un anciano y cómo cumplir con sus deberes, capítulo 4, por Witness Lee)