Estudio-vida de 2 Corintios, por Witness Lee

JUSTIFICACIÓN PARA VIDA

El vivir a Cristo por causa de la iglesia es algo que se ha perdido y que debe ser recobrado. Durante la Reforma, Martín Lutero recobró la justificación por fe. Por la gracia de Dios, Lutero estaba dispuesto a arriesgar su vida para recobrar la verdad de la justificación por fe. De manera objetiva, la justificación por fe se puede asemejar a la piel de un pollo, es decir, no es la carne. Según Romanos y Gálatas, la justificación por fe debe tener un resultado. Estos libros revelan que la justificación por fe es para vida, lo cual significa que la justificación se efectúa con miras a la vida. No debe ser un fin en sí misma, sino que debe dar por resultado la vida.

Caspar Schwenckfeld vio que la justificación tiene que dar por resultado la vida. Él puede ser considerado como uno que no solamente tocó la “piel” de la revelación de la Biblia, sino que también empezó a ver la “carne” que está debajo de la piel. Un día quedé muy sorprendido cuando me enteré de que Schwenckfeld empleó algunas de las expresiones que nosotros usamos hoy para hablar de la vida. Él incluso habló del Espíritu vivificante. Me refiero a Lutero y a Schwenckfeld con el fin de mostrar que el Señor desea recobrar no solamente la piel, es decir, ciertas enseñanzas fundamentales, sino también la carne que se halla debajo de la “piel” de la Palabra.

(Estudio-vida de 2 Corintios, capítulo 19, por Witness Lee)