Estudio-vida de 2 Corintios, por Witness Lee

III. SU GLORIA Y SU SUPERIORIDAD

A. Su gloria

1. La gloria del ministerio del antiguo pacto

En 3:7 Pablo dice: “Ahora bien, si el ministerio de muerte grabado con letras en piedras vino en gloria, tanto que los hijos de Israel no pudieron fijar la vista en el rostro de Moisés a causa de la gloria de su rostro, la cual se desvanecía...”. El ministerio de muerte alude al ministerio del antiguo pacto, un pacto de letra muerta que mata. La gloria del versículo 7 es la gloria que resplandeció momentáneamente en el rostro de Moisés (Ex. 34:29, 35).

La palabra griega traducida “ahora bien”, en el versículo 7, debería más bien traducirse “además” o “más aún”, ya que esto se acercaría más al pensamiento de Pablo. Después de hablarnos del triunfo y del efecto del ministerio, así como de su función y su competencia, Pablo además nos habla de la gloria y de la superioridad del ministerio. El ministerio del nuevo pacto posee gloria, y esta gloria sobrepasa a la gloria del ministerio del antiguo pacto.

2. La gloria del ministerio del nuevo pacto

El versículo 8 dice: “¿Cómo no con mayor razón estará en gloria el ministerio del Espíritu?” Este ministerio es el ministerio apostólico del nuevo pacto, un pacto del Espíritu viviente, quien da vida. La gloria, en este versículo, es la gloria de Dios manifestada en la faz de Cristo, gloria que es el propio Dios que resplandece para siempre en los corazones de los apóstoles (4:6), la cual excede la gloria del ministerio mosaico del antiguo pacto (v. 10).

Pablo fue muy cuidadoso en cuanto a las palabras que usó. En el versículo 7, nos dice que el ministerio del antiguo pacto vino en gloria, y en el versículo 8, nos indica que el ministerio del Espíritu estará en gloria. Es decir, en un versículo dijo “vino” en gloria mientras que en el otro, “estará” en gloria. ¿Por qué cambió el verbo “venir” por el verbo “estar”? Si hubiéramos escrito esta epístola, probablemente habríamos dicho que tanto el ministerio de condenación como el ministerio del Espíritu vinieron en gloria. Sin embargo, existe una diferencia entre el verbo “venir” y el verbo “estar”. “Venir” se refiere a algo temporal e incluso superficial; mientras que “estar”, a algo permanente y profundo. La antigua gloria vino y se desvaneció, mientras que la nueva gloria está y sigue estando aquí. En otras palabras, la antigua gloria vino por un tiempo y luego desapareció; pero la nueva gloria no sólo está aquí, sino que permanecerá aquí.

Mientras Pablo escribía esta epístola, él sabía perfectamente que la gloria del ministerio del antiguo pacto era temporal, y que la gloria del ministerio del nuevo pacto permanecería para siempre. Además, en el versículo 9 Pablo dice que “mucho más abunda en gloria el ministerio de la justicia”. El ministerio apostólico del nuevo pacto no sólo tiene gloria, sino que también abunda en la gloria de Dios. Esta gloria sobrepasa la gloria del ministerio mosaico del antiguo pacto (v. 10).

En los versículos 7 y 8, Pablo nos presenta un contraste notable entre el ministerio de muerte y el ministerio del Espíritu. Por lo general, no pensamos que el Espíritu es contrario a la muerte, sino que es la vida la que se opone a la muerte. Por tanto, esperamos que Pablo nos va a hablar del ministerio de vida y no del ministerio del Espíritu. Sin embargo, Pablo no usa la expresión ministerio de vida; más bien, habla del ministerio del Espíritu. No hay duda de que el ministerio del Nuevo Testamento es un ministerio de vida, pero la razón por la cual Pablo nos habla del ministerio del Espíritu aquí, y no del ministerio de vida, se debe a que el Espíritu es la fuente, el elemento y la esfera de la vida. Sin el Espíritu, no hay fuente de vida, ni tampoco el elemento ni la esfera de vida. Por tanto, aquí no abarcaría tanto, si en lugar de hablar del ministerio del Espíritu, Pablo hablase del ministerio de vida. Pablo escogió la mejor expresión y en lugar de comparar la muerte con la vida, comparó la muerte con el Espíritu.

En el versículo 9, Pablo dice además: “Porque si el ministerio de condenación tiene gloria, mucho más abunda en gloria el ministerio de la justicia”. El ministerio del antiguo pacto se convirtió en un ministerio de muerte porque el antiguo pacto introdujo condenación para muerte (Ro. 5:13, 18, 20-21) y muerte para condenación. Por consiguiente, era también un ministerio de condenación. El ministerio del nuevo pacto es un ministerio del Espíritu que da vida (vs. 8, 6), porque el nuevo pacto introduce la justicia de Dios para vida (Ro. 5:17, 21) y también la vida que produce justicia. Por tanto, es también un ministerio de justicia.

En este mismo versículo vemos que el ministerio de condenación tiene gloria, mientras que el ministerio de justicia abunda en gloria. “Abundar” es una palabra más rica que “tener”. En este versículo, tal vez sería mejor usar el verbo venir, al igual que se ha usado en el versículo 7, con relación a la gloria del antiguo pacto. Nos es bastante difícil afirmar que el antiguo pacto tenía gloria, pero sí sabemos que vino en gloria. Venir en gloria no es igual que tener gloria. Por ejemplo, tal vez una persona no tenga dinero, pero puede ir a usted con dinero a fin de cumplir un servicio en nombre de otra persona. Así que, una cosa es tener dinero y otra, es venir con dinero. Asimismo, que el ministerio del antiguo pacto viniera en gloria es diferente a que dicho ministerio tuviera gloria. En cambio, el ministerio neotestamentario abunda en gloria. Este ministerio no sólo está en gloria sino que también abunda en gloria, lo cual significa que la gloria se extiende y aumenta.

(Estudio-vida de 2 Corintios, capítulo 7, por Witness Lee)