A fin de comprender la importancia que tienen las reuniones y la manera en que debemos reunirnos, debemos ver que, en el sentido más elemental, la iglesia es la asamblea, la congregación de los que han sido llamados a salir. En griego el término ekklesía traducido “iglesia” indica una asamblea de los que han sido llamados. En la antigüedad, cuando la ciudad convocaba al pueblo a congregarse para cierto propósito, a esto se le llamaba una ekklesía, la cual era una asamblea, una congregación de los que habían sido llamados a salir. La Biblia usa la palabra ekklesía para referirse a la iglesia, porque esto corresponde con el significado de la iglesia. La iglesia es la congregación de los que Dios ha llamado a salir. Nosotros fuimos llamados a salir del mundo para congregarnos. Siempre que nos reunimos, esa reunión es la iglesia.
Debemos señalar que el Señor Jesús, en los Evangelios, menciona dos veces a la iglesia, una vez en Mateo 16:18, refiriéndose a la iglesia universal, y otra en Mateo 18:17, refiriéndose a la iglesia local. Cuando el Señor Jesús mencionó la iglesia por segunda vez en Mateo 18:17, fue en el aspecto local e hizo alusión al tema de las reuniones. En el versículo 20 el Señor dijo: “Donde están dos o tres congregados en Mi nombre, allí estoy Yo en medio de ellos”. Cuando el Señor Jesús mencionó el asunto de la iglesia en el sentido local, Él hizo hincapié en la necesidad de congregarse, de reunirse. Si hemos de tener la presencia del Señor, ciertamente necesitamos reunirnos.
(Lecciones básicas acerca del servicio, capítulo 1, por Witness Lee)