LA LEY DEL PECADO Y DE LA MUERTE
La ley del pecado y de la muerte también está personificada. Dicha ley alude al pecado en nuestra naturaleza pecaminosa, y no a los pecados que cometemos. El pecado en nuestra naturaleza es la naturaleza maligna de Satanás. Ésta produce en nosotros la capacidad que tenemos para pecar. La muerte y el pecado pueden ser considerados como hermanos gemelos. Donde está el pecado, ahí siempre estará la muerte. El pecado causa que el hombre posea la capacidad para cometer pecados. La muerte proviene del pecado e impide que el hombre haga el bien. Estos gemelos residen en el hombre, los cuales lo debilitan en cuanto a hacer el bien, pero lo fortalecen para cometer pecados. Como consecuencia de esto, el hombre se encuentra acabado y ya no puede hacer nada. Tal ha sido la condición del hombre desde su caída. En Romanos 7, Pablo describe esta condición lamentable del hombre. Al final de dicha descripción, él declaró que era un hombre miserable (v. 24), sin fuerzas para vencer la ley del pecado y de la muerte.
(Salvación en vida presentada en Romanos, La, capítulo 2, por Witness Lee)