V. LAS DISPENSACIONES
Dios usa las dispensaciones para disciplinar al hombre. En cada era Dios tiene su propia manera de relacionarse con el hombre. En una dispensación lo disciplina de una manera, y en otra, de otra. En una dispensación el hombre es salvo por cierto medio, y en otra, por un medio diferente. En una dispensación Dios exige cierta conducta de parte del hombre, y en otra dispensación, Su exigencia cambia. Si no entendemos bien las diferentes dispensaciones, pensaremos que algunas porciones de la Biblia son confusas. Pero si las entendemos, la confusión desaparecerá.
Algunos expositores han dividido la historia en siete dispensaciones. Pero según la Biblia misma, sólo debe haber cuatro dispensaciones, comenzando con Adán, porque Romanos 5:14 dice claramente: “Desde Adán hasta Moisés”. Aunque hay muchas diferencias en detalles dentro de este período, en total fue resumido en “desde Adán hasta Moisés”. Esta es la primera dispensación. La segunda es la dispensación de la ley, que se extiende desde Moisés hasta Cristo. ¿Pero en qué momento de la vida de Cristo finalizó esta dispensación? El Señor Jesús dijo que la ley y los profetas fueron hasta Juan (Mt. 11:13; Lc. 16:16). Lo que El quiso decir es que esta dispensación terminó con Juan. La tercera dispensación es la dispensación de la gracia, que va desde la primera venida de Cristo hasta Su segunda venida (Hch. 3:20-21). Durante este período, aunque el Señor todavía se interesaba en los judíos, Su atención se enfocó en los gentiles. Nosotros vivimos en la dispensación de la gracia. La cuarta dispensación es el reino y se extiende desde la segunda venida de Cristo hasta el final de la era del reino (Ap. 20).
En cada dispensación tenemos que prestar atención a la posición del hombre, sus responsabilidades, sus fracasos y la manera en que Dios se relaciona con él. Después de estudiar esto detenidamente, será fácil resolver las aparentes contradicciones.
(Cómo estudiar la Biblia, capítulo 5, por Watchman Nee)