Cómo estudiar la Biblia, por Watchman Nee

XXIII. LIBRO POR LIBRO

También podemos estudiar la Biblia libro por libro. Podemos estudiar el Pentateuco, los libros de historia, los Salmos y los libros de los profetas. Debemos memorizar el contenido de cada libro. Al estudiar los libros de los profetas, debemos encontrar cuántos profetas vivieron antes de la deportación, cuántos vivieron durante la misma y cuántos después. El estudio del Nuevo Testamento se debe conducir también de la misma manera. Necesitamos conocer la parte histórica del Nuevo Testamento, las epístolas enviadas a las iglesias, las epístolas dirigidas a individuos, y las profecías. Un hijo de Dios tal vez no tenga que explicar todos los libros de la Biblia, pero sí debe, por lo menos, conocer el contenido general de cada libro. Debemos dedicar por lo menos dos años para tener una idea de los sesenta y seis libros de la Biblia. Si queremos tener un conocimiento profundo, necesitamos cinco o seis años. Una vez que nos familiaricemos con el contenido de cada libro, conoceremos su carácter y podremos relacionarlos entre sí. Por ejemplo, podemos vincular nuestro estudio del Antiguo testamento con Romanos, Efesios y Colocenses. Esta es una capacitación básica, y debemos prestarle atención.

(Cómo estudiar la Biblia, capítulo 5, por Watchman Nee)