V. TODOS LOS CREYENTES RECIBEN GRACIA SOBRE ELLOS, Y LA IGLESIA ES EDIFICADA
En la vida de iglesia, si todos los creyentes reciben gracia sobre ellos, la iglesia es edificada. Sin embargo, es fácil que nos salgamos de la gracia y discutamos con otros. Ahora, una persona que haya visto la gracia conoce a Cristo y no tiene nada que discutir con otros. Pero si una persona discute, esto significa que no conoce la gracia. ¿Cómo permanecemos firmes en la gracia? En la práctica, esto significa que regresamos a nuestro espíritu. Necesitamos ejercitarnos en volver a nuestro espíritu. Cuando nos volvemos a nuestro espíritu, estamos firmes en la gracia. No importa cuánto otros lo critiquen, lo juzguen o discutan con usted, nunca abra la boca ni argumente con ellos, sino que aprenda a volverse a su espíritu. Una vez que usted empiece a argumentar, comenzará el debate; si continúa discutiendo, terminará murmurando. No argumente ni murmure; no permanezca en su mente ni en su parte emotiva, sino permanezca en su espíritu. Cuando usted está en su espíritu, está en Cristo; esto es permanecer firme en la gracia. En ocasiones cuando usted ora-lee un versículo o canta un himno, la palabra del Señor lo introducirá a la gracia en Cristo. Quizás los argumentos y las murmuraciones bullan en usted, pero al volverse a su espíritu, permanecerá firme en la gracia. Como resultado de ello, lo que saldrá de su boca será gracia. Dios, en Su economía, no exige que hagamos nada; lo que El quiere en Su economía es que Cristo, la corporificación del Dios Triuno, llegue a ser la gracia corporificada para nosotros. El vive en nosotros, y nosotros vivimos en El, quien es la gracia. De esta manera, Dios podrá obtener Su organismo.
(
Ley y gracia de Dios en Su economÃa, La, capítulo 2, por Witness Lee)