Encarnación, inclusión e intensificación, por Witness Lee

UNA PERSONA MARAVILLOSA EN TRES ETAPAS

Si queremos conocer a Cristo en estas tres etapas, debemos tener en cuenta toda la Biblia. El Antiguo Testamento contiene muchos tipos y profecías acerca de Cristo, el Mesías, el que ha de venir. En el Nuevo Testamento tenemos el cumplimiento de los tipos y las profecías que se relacionan con Cristo, los cuales se encuentran en el Antiguo Testamento. (Hemos estudiado éstos en detalle en The Conclusion of the New Testament [La conclusión del Nuevo Testamento], mensajes del 34 al 45.) El tema de todo el Nuevo Testamento es una persona: Cristo. El Nuevo Testamento revela claramente que Cristo, como cumplimiento de los tipos y las profecías del Antiguo Testamento, es una persona maravillosa de tres etapas. El, como la persona maravillosa, es profundo, misterioso y muy complejo.

La primera etapa: la encarnación, la etapa de Cristo en la carne

A través de los siglos el Nuevo Testamento ha sido leído, estudiado y examinado por millones de personas. Yo mismo he leído y estudiado el Nuevo Testamento por setenta años. Lo he estudiado en tres etapas: la primera etapa tuvo lugar en la China continental, la segunda, en Taiwán y la tercera, en los Estados Unidos. Cuando estuve en China el hermano Nee me ayudó mucho, incluso me dio clases privadas. Estudié todos los libros del Nuevo Testamento, y también muchas interpretaciones de las Escrituras. Aunque el hermano Nee me ayudó muchísimo, mientras estuve en China lo que estudié estaba limitado principalmente a la primera etapa de Cristo, es decir, la etapa de Cristo en la carne, Cristo en Su encarnación.

Como lo indica el relato de los cuatro evangelios, esta etapa duró sólo treinta y tres años y medio. Este fue el período en el cual el Señor Jesús logró la obra redentora de Dios jurídicamente. Los cuatro evangelios revelan a Cristo en la carne como Aquel que llevó una vida humana en la tierra y que después fue crucificado y murió por nuestros pecados para poder redimirnos y devolvernos a Dios. Hablando estrictamente, éste no es un asunto de la salvación sino de la redención jurídica.

La redención jurídica incluye el perdón de los pecados (Lc. 24:47), la purificación de los pecados (He. 1:3), la justificación (Ro. 3:24-25), la reconciliación con Dios (Ro. 5:10a) y la santificación en cuanto a posición (1 Co. 1:2; He. 13:12). En el aspecto jurídico uno que es perdonado, lavado, justificado por Dios, reconciliado con El y santificado para El es una persona salva.

La redención jurídica no es la salvación completa. La redención jurídica es simplemente la parte inicial, la parte básica, de la salvación completa; es la base sobre la cual la salvación completa y orgánica está edificada.

La segunda etapa: la inclusión, la etapa de Cristo como Espíritu vivificante

Ahora examinaremos la manera en que terminan los cuatro evangelios. Los evangelios terminan con un relato acerca del Cristo resucitado, quien llegó a ser el Espíritu todo-inclusivo, compuesto y vivificante. El, en la noche del día de Su resurrección, regresó a Sus discípulos de un modo totalmente místico (Jn. 20:19-22). No podemos decir que se apareció a ellos sólo de modo espiritual, porque tenía un cuerpo de carne y hueso. Les dijo: “Mirad Mis manos y Mis pies, que Yo mismo soy; palpadme, y ved; porque un espíritu no tiene carne ni huesos, como veis que Yo tengo”. Y diciendo esto, les mostró las manos y los pies (Lc. 24:39-40). Los discípulos podían ver la marca de los clavos en Sus manos y tocar Su cuerpo. Aunque el Cristo resucitado tenía un cuerpo de carne y hueso que podía ser visto y palpado, de repente se apareció a los discípulos sin pasar por la puerta (Jn. 20:19). No tocó la puerta, y nadie la abrió; sin embargo estuvo en medio de ellos. Al entrar de este modo, El se manifestó (21:1, 14). El apareció de repente a los discípulos y luego desapareció repentinamente. Aunque el Señor Jesús tenía un cuerpo físico, repentinamente apareció en el cuarto cuyas puertas estaban cerradas. Su manifestación y desaparición al final de los cuatro evangelios no es meramente espiritual; es mística, es algo que no se puede explicar.

(Encarnación, inclusión e intensificación, capítulo 2, por Witness Lee)