III. AL CORAZON HUMANO
COMO LA TIERRA CULTIVABLE
Cristo es la semilla, y El se sembró a Sí mismo en nuestro corazón (Mt. 13:19b). El corazón humano es la tierra cultivable. En la labranza, la semilla es plantada en la tierra y es mezclada con la tierra. La semilla crece junto con la tierra. Esto produce una planta. Esto es muy significativo. Cristo se sembró en nosotros y tanto El como nosotros crecemos juntos. El como la semilla de vida tiene cierto elemento, y nosotros como la tierra cultivable también tenemos cierta clase de elemento, y estas dos cosas se mezclan y crecen juntas para ser una sola planta. Este es el Cuerpo de Cristo constituido de la vida divina mezclada con la humanidad. Hoy día se habla mucho de lo que es el Cuerpo de Cristo. Pero estas discusiones en su mayor parte son pura doctrina. El verdadero Cuerpo, el Cuerpo de Cristo en realidad, es una planta que crece brotando de Cristo, quien es la semilla de vida sembrada en el corazón humano, el cual es la tierra cultivable.
(Constitución y la edificación del Cuerpo de Cristo, La, capítulo 1, por Witness Lee)