EL EFECTO SOBRE EL DIABLO
No sólo podemos usar este nombre con relación a los hombres, sino también con relación al diablo. Marcos 16:17 dice: “Y estas señales acompañarán a los que creen: En Mi nombre echarán fuera demonios”. ¿Cómo echamos fuera demonios en Su nombre? Hechos 16 narra el encuentro de Pablo con una muchacha poseída por un espíritu. Durante muchos días, ella molestó a Pablo. La Biblia dice: “Turbado Pablo”. Ella se convirtió en una molestia para Pablo. ¿Qué hizo él? No oró, ni hizo muchas cosas. Simplemente se volvió y le dijo al espíritu: “Te mando en el nombre de Jesucristo, que salgas de ella” (v. 18). Con una sola orden el espíritu salió de ella. El nombre del Señor Jesús le fue encomendado a Pablo, y él lo usó. Tenemos que comprender que cuando el nombre del Señor se nos encomienda, ya no se queda en el cielo. Si nuestra condición espiritual es normal, Su nombre estará en nuestras manos. Cuando el asunto fue una molestia para Pablo, éste le ordenó al espíritu que saliera. El no pidió al Señor. Tal vez pensemos que él no actuó de manera espiritual, que obró con cierta independencia, y que no indagó cuál era la voluntad de Dios. Pero cuando Pablo reprendió al espíritu, éste se fue. Lo importante es si vivimos delante de Dios o no, y si estamos cimentados en el terreno apropiado. Si estamos fundamentados en la base correcta, veremos que el nombre del Señor está en nuestras manos. Estar en el nombre del Señor no es una expresión vacía. Nosotros podemos usar el nombre del Señor. Lo podemos usar para realizar la obra y para echar fuera demonios.
En Lucas 10 el Señor envió a los discípulos. El Señor todavía no había ascendido, pero ya actuaba desde la posición de ascensión. Les dijo: “Yo veía a Satanás caer del cielo como un rayo” (v. 18). Cuando los discípulos salieron [a predicar], el Señor Jesús no fue con ellos, pero sí llevaron consigo el nombre del Señor. Más tarde, cuando los discípulos regresaron, le informaron al Señor: “Aun los demonios se nos sujetan en Tu nombre” (v. 17). ¿Por qué los demonios se sujetaban a los discípulos? Porque los discípulos actuaban “en Tu nombre”. Ellos tenían el nombre del Señor en sus manos y, por ende, tenían la autoridad en sus manos. El Señor Jesús dijo: “Os doy potestad de hollar serpientes y escorpiones, y sobre todo poder del enemigo” (v. 19). Hermanos y hermanas, ¿hemos visto esto? Con el nombre del Señor, podemos hacer frente a todo poder del enemigo. Dios tiene que abrir nuestros ojos para que veamos que El nos dio el nombre del Señor Jesús. Esto es lo que Dios nos encomendó.
(Ministerio de oración de la iglesia, El, capítulo 3, por Watchman Nee)