Situación mundial y el mover de Dios, La, por Witness Lee

LA IMPORTANCIA DE LOS ESCRITOS DE PABLO

El mover final de Dios fue plenamente revelado por medio de un apóstol, Pablo. Él fue alguien que recibió la mayordomía de completar la palabra de Dios (Col. 1:25-27), es decir, completar la revelación del mover de Dios.

Sin necesidad de tener en cuenta las epístolas de Pablo es posible ver el mover de Dios en la creación. También es posible ver Su mover en la encarnación. Los cuatro Evangelios nos dicen cómo Dios se encarnó en la persona del Hijo, y también nos revelan Su mover en la crucifixión y en la resurrección. En cierto modo, también muestran el mover de Dios en la ascensión. Luego, el libro de Hechos continúa mostrándonos algo más: cómo Dios efectuó Su mover al descender sobre los discípulos y al establecer las iglesias. Sin embargo, en Hechos no es completada la revelación del mover de Dios.

Si deseamos ver las acciones finales que Dios realiza en relación con la humanidad, debemos avanzar del libro de Hechos a las catorce epístolas del apóstol Pablo. Él claramente presenta este mover final: el Dios Triuno, que después de pasar por muchos procesos, está ahora forjándose en Sus escogidos para ser la vida de ellos. Él ahora es el Espíritu que mora en ellos. Este Espíritu es la expresión consumada del Dios Triuno que llega al hombre para hacer de Sus escogidos hijos de Dios que poseen la vida y la naturaleza divinas, y también los miembros de Cristo que están unidos a Él orgánicamente, a fin de que Dios tenga una familia y Cristo tenga un Cuerpo que lo exprese a Él de manera corporativa.

Aparte de Pablo, ¿hay algún otro escritor del Nuevo Testamento que nos presente esta revelación? Los escritos de Pedro no dicen nada sobre esto. Valoramos mucho las epístolas de Pedro especialmente cuando nos dice que somos “participantes de la naturaleza divina” (2 P. 1:4). Pedro escribió sólo ocho capítulos; cinco en su primera epístola y tres en la segunda. Él dice que la vieja creación será consumida por el fuego y que vendrán un cielo nuevo y una tierra nueva; pero en ningún momento menciona que Cristo vive en nosotros; tampoco nos dice que somos miembros de Cristo; ni siquiera nos dice que la iglesia es el Cuerpo de Cristo. Estos asuntos no son nada insignificantes; al contrario, son importantísimos. Debido a que Pedro no menciona estos asuntos, es probable que él no los hubiera visto claramente.

Pablo abarca todos estos asuntos no sólo en uno o dos versículos, sino en catorce libros. Él dice que nosotros no hemos sido simplemente justificados y reconciliados con Dios, sino que también hemos nacido de Él. Somos Sus hijos, que poseen Su vida y Su naturaleza. Eso significa que poseemos la misma naturaleza que tiene Dios. Si nuestros hijos poseen nuestra vida y naturaleza, ¿no son ellos iguales a nosotros? Ellos no son nosotros, pero ciertamente son iguales a nosotros. De igual manera, nosotros no somos Dios, pero sí somos iguales a Dios en la vida y la naturaleza divinas. Somos hijos nacidos de Él, no hijos adoptados por Él. Pablo explicó esto con toda claridad.

También explicó claramente que somos miembros de Cristo. Él dijo que es por Dios que nosotros estamos en Cristo (1 Co. 1:30). Nosotros estábamos en Adán, pero Dios nos trasladó a Cristo, no simplemente en cuanto a posición, sino de una manera viviente. Por consiguiente, hay una unión orgánica entre Cristo y nosotros. Somos Sus miembros; Él es la Cabeza y nosotros somos el Cuerpo. Tanto Él como nosotros somos Cristo. El Cristo corporativo no es solamente la Cabeza, sino también el Cuerpo. ¿Podría alguien tener cabeza sin un cuerpo? Sin embargo, así es el Cristo de muchos cristianos. Ellos ni siquiera piensan que Cristo pueda tener un Cuerpo. Muchos cristianos no se dan cuenta de forma directa que ellos son miembros de Cristo. ¿Tienen ustedes este sentir? Pablo incluso dice que nuestros cuerpos son miembros de Cristo (6:15). ¡No sólo nuestro espíritu, sino también nuestro cuerpo! De manera que ser uno con Cristo, ser Su Cuerpo, es algo sumamente importante. ¿Quién nos comunicó esta revelación? Aparte de Pablo, ningún otro nos dijo esto tan claramente. Él completó la revelación de la Palabra divina, pues nos dijo que el mover final de Dios consiste en obtener este Cuerpo, esta gran familia.

(Situación mundial y el mover de Dios, La, capítulo 6, por Witness Lee)