En la iglesia hay cargos y dones. En este mensaje consideraremos los cargos en la iglesia, y en el siguiente mensaje abordaremos la relación existente entre los cuatro dones especiales y la iglesia.
Los cargos en la iglesia implican una posición. Esto significa que tal cargo trae consigo el derecho de hacer ciertas cosas. Podríamos valernos del cargo de presidente de los Estados Unidos a manera de ilustración. Este cargo le otorga al presidente la posición y el derecho para hacer ciertas cosas a fin de llevar a cabo su función presidencial. Según el Nuevo Testamento, hay cargos en la iglesia. Como veremos, hay solamente un cargo en la iglesia universal y hay dos cargos en la iglesia local.
En la iglesia universal hay solamente un cargo: el apostolado. Pablo hace referencia a este cargo en Romanos 1:5, donde dice que había recibido “la gracia y el apostolado, para la obediencia de la fe entre todos los gentiles por causa de Su nombre”.
Únicamente los apóstoles tienen la posición y el derecho para designar ancianos en las iglesias locales. Es importante para nosotros ver esto a fin de que podamos abandonar toda jerarquía y todo tipo de organización. En el Nuevo Testamento vemos la manera en la que Dios establece las iglesias y las lleva adelante. El camino fijado por Dios consiste en tener un solo cargo en la iglesia universal, que es el apostolado. Este apostolado da a los apóstoles la posición y el derecho para designar a los ancianos con miras a la administración de las iglesias locales.
Hechos 14:23 dice que los apóstoles “constituyeron ancianos en cada iglesia”. En Tito 1:5 Pablo dice: “Por esta causa te dejé en Creta, para que pusieras en orden lo que faltaba, y constituyeses ancianos en cada ciudad, así como yo te mandé”. Debemos recalcar que aquí la frase cada ciudad, comparada con cada iglesia en Hechos 14:23, no sólo indica que la jurisdicción de una iglesia local es la ciudad en la cual la iglesia se encuentra, sino también que en una ciudad debe haber una sola iglesia. Debido a que una iglesia siempre abarca la ciudad, constituir ancianos en cada iglesia equivale a constituir ancianos en cada ciudad. Por tanto, establecer ancianos en cada ciudad es establecer ancianos en cada iglesia. Si vemos esto, hemos de ser resguardados, protegidos, restringidos y librados de cometer errores. En particular seremos guardados de repetir algo tan trágico como el establecimiento de jerarquías. Tenemos que aborrecer toda jerarquía y evitarla.
(Conclusión del Nuevo Testamento, La (Mensajes 189-204), capítulo 13, por Witness Lee)