Necesitamos con gran urgencia vivir exclusivamente para el evangelio, por Witness Lee

PREDICAR EL EVANGELIO ELEVADO CONDUCE A LAS PERSONAS A CREER Y A BAUTIZARSE

Necesitamos salir a predicar el evangelio elevado. El folleto que hemos publicado bajo el título El misterio de la vida humana es muy eficaz. Miles han sido salvos a través de él. Este folleto nos conduce a la manera en que podemos empezar a presentar el evangelio a partir de la creación del hombre. Expone, luego, las tres partes del ser humano, usando para ello un diagrama con tres círculos concéntricos que representan el espíritu, el alma y el cuerpo del hombre. Allí también se revela la intención divina de entrar en el espíritu del hombre para que dicha persona, en su calidad de vasija o recipiente, pueda contener a Dios mismo. Este evangelio elevado, que predica la economía de Dios, cautiva a las personas reflexivas y educadas. Después de haber adquirido alguna educación, casi todo ser humano comienza a reflexionar acerca del significado de la vida humana. Antes de que los participantes del entrenamiento les presentaran el folleto, las personas les decían que no estaban interesadas. Pero los hermanos les decían: “Concédanos sólo treinta segundos para leerles una porción de este folleto titulado El misterio de la vida humana”. Este es un tema que atrae a la gente. Al escuchar la lectura de la primera página, muchas personas muestran su aprobación. Cuando usted escuche que ellos digan “es verdad” esto significa que la persona es un hijo de paz. Cuando ellos digan “es cierto” o “tiene razón”, ése es el momento para que usted diga: “Vamos a orar”. Entonces usted puede ir al final del folleto y conducirlo a orar e invocar el nombre del Señor. A continuación, léanles la porción que trata sobre el bautismo y muéstrenles Marcos 16:16 acerca de creer y ser bautizados. Entonces, condúzcanlos a ser bautizados en su propia tina. Toda autoridad en los cielos y en la tierra les ha sido dada, por lo tanto ejerciten esta autoridad de la cual están investidos. Independientemente del estado social de esta persona, será como un corderito y estará de acuerdo con usted en cambiarse de ropa para sumergirse en el agua. Cuando lo bauticemos, debemos orar con autoridad: “Señor, ponemos esta persona en Ti. La bautizamos en el Dios Triuno”. Este es el modo de bautizar a la gente en quince minutos.

Conocí a un hermano que es un gerente de ventas encargado de cubrir la mitad del territorio estadounidense. Tiene a su cargo mil quinientos vendedores. El me dijo que la manera de hacer ventas a domicilio corresponde exactamente con nuestra manera de evangelizar de puerta en puerta. Yo me alegré al escuchar esto. Incluso me dijo que probablemente ellos podían aprender algunas cosas de nosotros. El primer tema que tocan cuando entrenan a sus vendedores para ir de puerta en puerta, es el relacionado con la manera de vestir y comportarse. Este hermano me dijo que instruyen a sus vendedores a no ser ni excesivamente informales ni extravagantes en su modo de vestir. Nosotros habíamos instruido a los participantes del entrenamiento en Taipéi de la misma manera. El segundo tema que se trata al adiestrar estos vendedores es respecto de la importancia de dedicarle un tiempo a la preparación; al punto que se les pide que antes de salir, sostengan una pequeña conferencia entre ellos. Nosotros habíamos compartido que necesitamos prepararnos en oración antes de salir. Luego, ellos aconsejan a sus vendedores ser breves al presentar su propuesta y que no den lugar a largas conversaciones, puesto que una conversación muy prolongada anulará el trato que estén por cerrar. Nosotros hemos señalado lo mismo. Finalmente, este hermano les aconseja a sus vendedores que se ciñan a las instrucciones dadas en el entrenamiento, las cuales son específicas y eficaces. Como hemos señalado, esto implica no usar nuestro propio vocabulario, sino el que se conforma a las pautas establecidas por el entrenamiento.

Hay un principio a seguir para cada cosa que se hace, si se quiere tener éxito en ello. Usted debe comprender tal principio y aprender cómo ponerlo en práctica. No crea que tocar puertas para lograr que la gente se bautice es algo fácil de realizar. No; hay un principio que debemos seguir. Así como hay principios que se debe seguir si se quiere aprender a tocar el piano, de igual modo ahora que nos esforzamos por dedicar nuestro vivir a evangelizar, no hay otra manera que prevalezca como la nueva manera que el Señor nos ha mostrado. El cristianismo, a lo largo de los siglos, ha comprobado con su historia esto mismo. Hemos estudiado y puesto a prueba mucho de lo que se practicó en el pasado. Tuvimos acceso a muchos libros escritos por los místicos más prominentes, los cuales fueron traducidos al idioma chino hace casi cincuenta años. De los libros más importantes en la línea de la vida interior, los estudiamos casi todos, habiendo aprendido muchísimo de ellos. También yo pertenecía a la Asamblea de los Hermanos, y el hermano Nee estudió muchos de los libros escritos por los grandes maestros de este grupo. Hasta probamos algunas cosas provenientes del movimiento pentecostal y descubrimos que las mismas no eran provechosas. Debemos cercenar “la cola” de la levadura del cristianismo para obtener una nueva manera, la cual concuerde totalmente con lo dispuesto por Dios y sea bíblica. Hoy, la nueva manera ha llegado aquí para que nosotros la pongamos en práctica. Nosotros hemos probado esta manera y sí funciona.

Si durante algún tiempo, cada uno de ustedes determina salir a evangelizar por dos o tres horas cada semana, todos ustedes ganarán un creyente nuevo cada mes, lo que equivale a doce al año. ¡Qué magnífico crecimiento experimentaríamos! Tengo que cumplir fielmente en decirles esto. Después de este mensaje, son ustedes los que han de sobrellevar la responsabilidad. Debemos visitar a la gente para compartir con ellos el evangelio elevado, el cual consiste en que el propio Dios Triuno sea nuestra vida y contenido.

Nosotros compartimos el evangelio con las personas con el fin de conducirlas a creer y a ser bautizadas. En la Biblia no se registra un solo caso en el que una persona se hubiese arrepentido y creído, y que tuviera que esperar para ser bautizada. En todos los casos bíblicos, aquellos que se arrepentían y creían, eran bautizados (Hch. 8:36-38; 16:14-15, 31-33, 22:16). Esta es la manera bíblica. La ocasión propicia para que usted ejerza su autoridad y apruebe el bautismo de un nuevo creyente es el momento mismo en que éste se arrepiente y cree. El Espíritu Santo honra y confirma esto. Este bautismo nunca podrá ser un rito. Pero si usted pide a las personas que esperen cuatro meses para celebrar su bautismo, éste se convertirá en un rito y no tendrá el significado que el poder del Espíritu le otorga. No necesitamos esperar a llegar al bautisterio del salón de reuniones para bautizar a los nuevos creyentes; de inmediato podemos conducirlos desde la sala de su casa hasta el baño de la misma con el fin de ejercitar el poder del Espíritu en el bautismo. ¡Qué diferencia tan grande! Si usted adopta esta manera y la practica fielmente al salir tres horas cada semana durante un mes, le aseguro que usted ganará una persona para el Señor.

(Necesitamos con gran urgencia vivir exclusivamente para el evangelio, capítulo 3, por Witness Lee)