4. SATURARNOS PLENAMENTE DE LA PALABRA
Una palabra dicha por un niño en la escuela primaria no lleva el mismo peso que una palabra dicha por alguien que está en la escuela secundaria. La misma palabra pronunciada por un joven que está culminando la escuela secundaria, pesa más que la que dice un muchacho en el primer año de secundaria. Una palabra dicha por un joven graduado de la universidad tiene más peso y es más poderosa, que si la misma palabra saliera de los labios de un alumno de escuela secundaria. Si los ancianos de las iglesias han de adoptar la manera nueva y han de ser adiestrados para salir y hacer las cosas conforme a la manera enseñada, utilizarán las mismas palabras del folleto El misterio de la vida humana, pero sus palabras tendrán mucho más peso y autoridad que si las dieran los jóvenes.
Suponga que un hermano que tiene más edad y que ha adquirido alguna madurez y cierta constitución en la vida divina, sale a tocar puertas y se detiene a hablar con un joven de apenas dieciocho años. Este joven respetará cada una de las palabras dichas por este hermano, debido a que se trata de una persona entrada en años que ha sido enseñada y tiene experiencia. La persona misma de ese hermano, la manera en que lee y su modo de hablar finalmente cautivarán a aquel joven. Si es muy poco lo que saben acerca de las verdades del evangelio, y solamente salen con este folleto para repetirlo; sus palabras no tendrán mucho peso, ni mucha vida o luz. Por ello, todos los que salen a tocar puertas deberán estar plenamente saturados y empapados de la Palabra.
Estoy un tanto preocupado que muchos de los que han adquirido la colección de libros Estudios-vida del Nuevo Testamento se han limitado a colocarlos en sus anaqueles. Deben empaparse de los estudios-vida. Cada día y a cada hora disponible deben leer estos mensajes. No los abandonen en el estante. Es bueno que los estudios-vida estén esparcidos por toda la casa. Abranlos en cualquier página y léanlos aun cuando tengan poco tiempo. En cada página encontrarán algo de valor. Cada una de sus páginas es una vasija llena de agua. Si usted lee una de ellas, será empapado y saturado. Esto es edificarse uno mismo y ser capacitado al ser lleno del conocimiento divino apropiado de la verdad divina. Entonces llegará a ser una persona de peso cuando hable a la gente. Esto es crucial y determinante. Esto no es como dos jóvenes bien vestidos de la iglesia mormona que hablan con la gente sin tener ninguna verdad divina que impartir. Cuando nosotros salimos a evangelizar, no sólo tenemos una experiencia apropiada, sino que también tenemos al Señor con nosotros y, como personas empapadas de la verdad santa, la palabra se ha desarrollado y establecido en nuestro ser. Esto hace una gran diferencia y vale mucho. Puede ser que una persona con peso espiritual, al visitar un hogar, solamente se siente por un rato a escuchar a otro hablar; pero aún su mera presencia allí, será muy significativa. Todos los ángeles admirarán tal persona, mientras que los demonios temblarán ante ella. Los ángeles estarán felices con tal persona.
(Necesitamos con gran urgencia vivir exclusivamente para el evangelio, capítulo 2, por Witness Lee)