Necesitamos con gran urgencia vivir exclusivamente para el evangelio, por Witness Lee

VIVIR SIRVIENDO A TIEMPO COMPLETO O EVANGELIZANDO SEMANALMENTE

Esperamos que uno de cada veinte santos deje su trabajo para dedicarse a servir a tiempo completo y que uno de cada cuatro santos salga a tocar puertas semanalmente. De cada cien que se reúnan en una localidad, debería haber cinco que sirven a tiempo completo y veinticinco que salen a evangelizar tocando puertas cada semana. Todo servidor a tiempo completo que salga a evangelizar por lo menos cinco días a la semana, por dos o tres horas cada día, podrá ganar un creyente nuevo cada semana. Un equipo de tres servidores a tiempo completo que salga durante cinco días, de dos a tres horas cada día, podría visitar por lo menos sesenta casas. De estos sesenta hogares es probable que ganen cuatro. Por lo tanto, cada servidor a tiempo completo puede ganar una persona cada semana y un total de cincuenta y dos personas cada año. De los cinco servidores a tiempo completo, se podría esperar entonces un total de por lo menos doscientos cincuenta creyentes nuevos en un año, el cual es un incremento de dos y media veces. Cada uno de aquellos veinticinco santos que salen a tocar puertas por dos o tres horas cada semana, podría ganar por lo menos una persona cada dos meses. Si cada uno de los veinticinco gana seis personas al año, habrán de ganar otros ciento cincuenta. Todo esto significaría un crecimiento cuádruple.

Todos nosotros necesitamos despertarnos y tomar este asunto seriamente, es decir, necesitamos vivir exclusivamente con miras a la propagación del evangelio. Si usted afirma que vive exclusivamente para el evangelio, tiene que considerar su nivel de vida. No importa cuánto dinero usted gane, esto no deberá elevar su grado de bienestar. Un nivel de vida más elevado no sólo hará que desperdicie su dinero, sino que además pierda su tiempo. Hará que gaste mucho dinero y desperdicie su tiempo y energía. Entonces, con toda certeza, ya no tendrá tiempo para salir a evangelizar. Si usted adquiere un jardín más grande, por ejemplo, tendrá que ocuparse en mantenerlo o tendrá que contratar a alguien para que lo haga. Así pues, su dinero, energía y tiempo serán malgastados. Olvídese de elevar su nivel de vida. Reserve dos horas cada semana para salir a evangelizar. No quiero decir que abandone su jardín o su casa y otras pertenencias; pero el tocar puertas por dos o tres horas a la semana debe ocupar el primer lugar. Que todos hagamos esto primero. Y si hubiera más tiempo disponible, salgamos una segunda vez por dos o tres horas. Debemos vivir dedicados a propagar el evangelio. Si somos fieles al Señor, dedicándonos de manera absoluta a la difusión de Su evangelio, El nos bendecirá. El habrá de bendecirnos en nuestro trabajo o negocio y seremos cuidados por El. El cumplirá Su promesa registrada en Mateo 6:33. Si usted busca Su reino y Su justicia, El le dará Su reino y Su justicia añadiéndole, además, lo que necesite diariamente.

No tenemos ninguna excusa. Debemos aprender a vivir en esta tierra dedicados absolutamente a Su evangelio. Como esposos, es nuestra tarea cuidar de nuestras familias: nuestra esposa, los niños y su educación. Debemos cuidar de ellos, pero únicamente nuestra dedicación absoluta a evangelizar deberá ocupar el primer lugar. Suponga que tenemos cien santos en una determinada ciudad que viven dedicados a evangelizar. Algunos de ellos tal vez sean de edad avanzada, y les será difícil salir a tocar puertas. Otros tal vez sean demasiado jóvenes para ir. Quizás el cuarenta por ciento esté compuesto de personas que son demasiado ancianas o demasiado jóvenes. Por lo tanto, quedarán unas sesenta que no tendrán ninguna excusa. Dado que usted es serio con el Señor acerca de su dedicación a la difusión del evangelio, tiene que salir a evangelizar. Todos los otros métodos han fenecido. Nosotros debemos tomar el camino de salir a tocar puertas. Estoy convencido de que usted puede ganar un nuevo creyente cada mes si sale a evangelizar durante dos a tres horas cada semana. Hace poco, en cierta localidad, treinta santos salieron en equipos de tres y, en el curso de una hora y media, bautizaron siete personas y establecieron doce reuniones de hogar. Conforme a esta tasa, ellos podrían bautizar veintiocho personas en un mes, lo cual equivale aproximadamente a tener un santo bautizando un creyente nuevo cada mes. Si sesenta santos ganan una persona al mes, esto arrojaría un total de setecientos veinte personas ganadas cada año. Quizás usted vaya a decir que no todos éstos serán fieles, pero aun si descontamos el cincuenta por ciento de ellos, esto equivaldría a un incremento de trescientos sesenta personas al año, lo cual significa crecer más de tres veces y media por año. Estas estadísticas nos muestran que ésta es la manera que debemos adoptar.

(Necesitamos con gran urgencia vivir exclusivamente para el evangelio, capítulo 3, por Witness Lee)