SUFRIR PERDIDA
Cuando el Señor Jesús regrese, el apóstol Pablo heredará la manifestación del reino. Pero, ¿qué acerca del hermano pecaminoso de 1 Corintios 5? ¿Heredará él el reino de Dios? ¡No! ¿Qué sucederá con él? Encontramos la respuesta en 1 Corintios 3:13-15: “La obra de cada uno se hará manifiesta; porque el día la declarará, pues por el fuego es revelada; y la obra de cada uno cuál sea, el fuego mismo la probará. Si permanece la obra de alguno que sobreedificó, recibirá recompensa. Si la obra de alguno es consumida, él sufrirá pérdida, pero él mismo será salvo, aunque así como pasado por fuego”. Cuando el Señor Jesús regrese, el fuego probará la obra de cada uno. Si la obra de alguno permanece, esa persona no recibirá la salvación, sino la recompensa. Estos versículos no hablan de la seguridad de nuestra salvación; se refieren, más bien, a si hemos de recibir recompensa o sufrir pérdida cuando el Señor Jesús regrese. El versículo 15 dice: “El sufrirá pérdida, pero él mismo será salvo, aunque así como pasado por fuego”. No piense que por haber sido salvo, ya no tiene ningún problema. Ser salvo es una cosa; y ser recompensado o sufrir pérdida es otra. Usted puede ser salvo y aun así sufrir pérdida. Y aunque sufra pérdida, todavía será salvo. Una vez que hemos sido salvos, jamás podremos perecer (Jn. 10:28-29); pero, una vez que hayamos sido salvos, podemos ser recompensados por el Señor o sufrir pérdida.
(Definición breve del reino de los cielos, Una, capítulo 3, por Witness Lee)