Presentación actual de la manera ordenada por Dios y las señales acerca de la venida de Cristo, La, por Witness Lee

ALIMENTAN A LOS CORDEROS DEL REBAÑO DEL SEÑOR

Aquello de lo cual hablamos anteriormente tiene que ver con predicar el evangelio a fin de salvar a los pecadores, lo cual también llamamos engendrar. Éste es el primer paso. El segundo paso es alimentar. Después de engendrar, surge la necesidad de alimentar. Todos estamos familiarizados con la historia de Juan 21. Los discípulos no pudieron pescar nada toda la noche. Luego el Señor vino para hacer un milagro, lo cual les permitió llenar sus redes de peces, y después el Señor les preparó desayuno. Después que hubieron desayunado, el Señor le dijo a Pedro: “¿Me amas más que éstos?”. Pedro le respondió: “Sí, Señor; Tú sabes que te amo”. Entonces el Señor le dijo: “Apacienta Mis corderos” (Jn. 21:15). De los cuatro Evangelios, los primeros tres —Mateo, Marcos y Lucas— nos exhortan al final a predicar el evangelio; solamente el Evangelio de Juan nos exhorta a alimentar los corderos del Señor. El capítulo 15 dice que debemos llevar fruto que permanece, y el capítulo 21 dice que debemos alimentar los corderos. Cada uno de nosotros no sólo debe predicar el evangelio para salvar a los pecadores, sino que además de ello debemos tener dos o tres corderos a nuestro cuidado.

La mejor manera de alimentar a los corderos es hacerlo por medio de las reuniones de hogar en los hogares de los nuevos creyentes. Pedir a los nuevos creyentes que vengan a nuestros hogares no es tan bueno como ir a sus hogares. Esta clase de alimentación hará posible que los nuevos creyentes permanezcan. Cuando cuidamos y alimentamos a los nuevos creyentes, debemos ser como nodrizas que cuidan a sus propios hijos (1 Ts. 2:7), no sólo alimentándolos, sino también cuidándolos de manera íntima, a fin de que sean confortados y consolados y se sientan contentos. Esto se logra orando juntos, cantando himnos y leyendo la Palabra con ellos.

(Presentación actual de la manera ordenada por Dios y las señales acerca de la venida de Cristo, La, capítulo 4, por Witness Lee)