Lecciones de vida, tomo 3, por Witness Lee

I. CRISTO SE UNE A NOSOTROS

A. Al hacerse carne

1) “Y el Verbo [Dios] se hizo carne” (Jn. 1:14).

Cristo es el Verbo de Dios y es Dios mismo (v. 1). El primer paso que El dio para unirse a nosotros fue que se hizo carne, es decir, que se hizo un hombre de carne. Como Dios, El tomó un cuerpo humano con la naturaleza humana para unirse al hombre a fin de ser una sola entidad con él, llegando a ser de esta manera un Dios-hombre. Con esto El empezó a unirse a nosotros.

B. Nos lleva por la muerte y la resurrección a la ascensión

1) “Con Cristo estoy juntamente crucificado” (Gá. 2:20); “Nuestro viejo hombre fue crucificado juntamente con El” (Ro. 6:6); “...muerto con Cristo” (Col. 2:20).

Estos versículos nos revelan que en Su crucifixión, Cristo nos llevó consigo a través de la muerte de la cruz.

2) “Fuisteis resucitados juntamente con Cristo” (Col. 3:1).

Esta palabra nos muestra que en Su resurrección, Cristo también nos llevó consigo a la resurrección.

3) “...nos hizo sentar en los lugares celestiales en Cristo Jesús” (Ef. 2:6).

Esta palabra nos muestra que al ascender al cielo, Cristo también nos llevó consigo a la ascensión.

Cristo puede llevarnos a través de la muerte y la resurrección y aun a la ascensión porque El está unido a nosotros.

C. Vive y hace Su hogar en nosotros

1) “...Cristo está en vosotros...” (Ro. 8:10).

Primero, Cristo se hizo carne para unirse a nosotros, y luego, nos llevó consigo a través de la muerte y la resurrección a la ascensión. Después que El realizó la redención eterna de Dios por medio de estos pasos, El entró en nosotros para unirse más a nosotros, aplicando a nosotros lo que El había realizado como la plena salvación de Dios. Con este propósito, El llegó a ser Aquel que está en nosotros, y que está unido a nosotros.

2) “...vive Cristo en mí...” (Gá. 2:20).

Al entrar y al unirse a nosotros, Cristo no sólo está en nosotros sino que también vive en nosotros, es decir, El está viviendo Su vida en nosotros.

3) “Para que Cristo haga Su hogar en vuestros corazones...” (Ef. 3:17).

Cuando Cristo se une a nosotros interiormente, El vive Su vida en nosotros, deseando también hacer Su hogar en nuestros corazones; es decir, quiere saturar cada parte de nuestro ser, mezclándose con nosotros haciéndonos una sola entidad. Esto demuestra que El se unirá a nosotros por completo.

(Lecciones de vida, tomo 3, capítulo 2, por Witness Lee)