Lecciones de vida, tomo 3, por Witness Lee

I. LO QUE LOS CREYENTES TIENEN UNA VEZ QUE SON SALVOS

Con el fin de obedecer el sentir de vida, debemos conocer las seis cosas que recibimos al ser salvos.

A. La luz de vida

1) “El que tiene al Hijo, tiene la vida” (1 Jn. 5:12); “La vida era la luz de los hombres” (Jn. 1:4).

En el momento en que recibimos al Hijo de Dios como nuestro Salvador, tenemos al Hijo de Dios y tenemos la vida, porque la vida está en El (1 Jn. 5:11). Esta vida es la luz de los hombres. Por consiguiente, puesto que tenemos esta vida, también tenemos la luz de vida que nos ilumina interiormente.

B. Las leyes de Dios inscritas en el corazón

1) “Pondré Mis leyes en la mente de ellos, y sobre su corazón las escribiré” (He. 8:10).

En el Antiguo Testamento, las leyes de Dios fueron escritas en tablas de piedra fuera del hombre. En el Nuevo Testamento, Dios imparte, o pone, Sus leyes en nuestra mente dentro de nosotros y las escribe sobre nuestros corazones. Esto lo realiza Dios dando Su vida a nosotros y poniéndola en nosotros, para que la ley que está dentro de Su vida llegue a ser la ley de nuestro corazón y de nuestra mente. Una ley no es necesariamente una vida, pero una vida seguramente es una ley con una habilidad y función innata. Además, mientras más alta es la vida, más alta es la ley de esa vida. Ya que la vida de Dios dentro de nosotros es la vida más alta, esta vida no es meramente una ley, sino la ley más alta con la más alta e innata habilidad y función. Una vez que somos salvos y tenemos la vida de Dios, tenemos esta ley de vida inscrita sobre nuestros corazones.

C. La ley del Espíritu de vida

1) “Porque la ley del Espíritu de vida me ha librado en Cristo Jesús de la ley del pecado y de la muerte” (Ro. 8:2).

El Espíritu de vida es el Espíritu de Dios en nuestro espíritu. Ya que el Espíritu de Dios es de vida, Su ley debe ser también de vida. Esta es la ley del Espíritu de vida. Por lo tanto, la ley del Espíritu de vida y las leyes antes mencionadas que están escritas sobre nuestros corazones, están relacionadas y son una. El hecho de que las leyes sean escritas sobre nuestros corazones indica que esas leyes son de vida, dando énfasis a la función de vida. La ley del Espíritu de vida indica que la ley de vida dentro de nosotros es del Espíritu Santo, el cual está en nuestro espíritu, dando énfasis a la función del Espíritu Santo. Tan pronto como somos salvos tenemos los dos aspectos.

D. Dios opera interiormente

1) “...Dios es el que en vosotros realiza así el querer como el hacer, por Su beneplácito” (Fil. 2:13).

Una vez que somos salvos, Dios viene a vivir y a operar en nosotros para producir en nosotros el querer interiormente y el hacer exteriormente, a fin de cumplir Su buena voluntad.

E. Cristo vive interiormente

1) “...vive Cristo en mí...” (Gá. 2:20).

Una vez que somos salvos, también tenemos a Cristo viviendo en nosotros como vida. Su vivir en nosotros es a la vez eficaz y activo.

F. La unción interior

1) “La unción que vosotros recibisteis de El [el Hijo con el Padre] permanece en vosotros” (1 Jn. 2:27).

En la Biblia el aceite de la unción se refiere al Espíritu Santo (Lc. 4:18). Tan pronto como somos salvos Dios nos unge con Su Espíritu (2 Co. 1:21-22). La unción es el mover interior del Espíritu Santo que nos unge. El mover del Espíritu Santo es como un ungüento que nos unge interiormente, haciéndonos sentir la mente de Dios, y enseñándonos en todas las cosas.

(Lecciones de vida, tomo 3, capítulo 8, por Witness Lee)