Resultado de la dispensación de la Trinidad procesada y la transmisión del Cristo que lo transciende todo, El, por Witness Lee

CUATRO CAPAS DE OPOSICION QUE CRISTO VENCIO CUANDO TRASCENDIO

Debemos darnos cuenta de que en el universo existen cuatro capas de oposición, cuatro capas de problemas. La primera capa es el Hades con la muerte. Esta es la capa inferior de problema. El Hades con la muerte retiene a la gente. El Hades aun manda la muerte para congregar y asir a la gente. Cuando llega la muerte, nadie puede resistirla. Así la muerte cautiva a la gente y los lleva al Hades. El Hades se convierte en prisión y Sus puertas retienen a la gente. Nadie puede abrir estas puertas, y nadie las puede vencer. Detrás de estas puertas se encuentran muchos muertos, y nadie puede salir de ellas. Pero el Señor Jesús dijo: “Edificaré Mi iglesia; y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella” (Mt. 16:18). En el universo se está produciendo una lucha entre las puertas del Hades y los muertos. Lázaro y el hombre rico están allí (Lc. 16:19-31). El hombre rico estaba luchando para salir del Hades, pero las puertas no lo liberaron. Esta es la primera capa de problema en el universo.

La segunda capa es el mundo humano. Efesios 1 enseña que cuando Cristo ascendió a los cielos, trascendió por encima de todos los nombres humanos, nombres de Su tiempo y nombres en las edades venideras (Ef. 1:21). La historia nos enseña que desde los tiempos de Cristo, muchos fueron los nombres que se levantaron en contra de El y en contra de la iglesia. César Nerón era el más poderoso. Napoleón fue uno de ellos, y también Hitler. Pero Cristo ascendió muy por encima de todo nombre que se nombra. Primero El se levantó de los muertos. Muchos muertos lucharon para salir de las puertas del Hades. Ellos no lo pudieron lograr, pero Cristo sí lo pudo. El resucitó, las puertas del Hades se abrieron a El, y El salió del Hades. El resucitó de los muertos para vencer el Hades. Entonces en Su ascensión, El trascendió por encima de todo nombre, no solamente los nombres grandes que se oponen a Cristo y Su iglesia sino también los pequeños nombres. Estábamos allí entre los pequeños nombres que se opusieron a El. El trascendió por encima de nosotros. Existe otra capa de trastornos que Cristo venció. En Rusia, Lenin empezó una clase de revolución contra Dios y contra la iglesia. Finalmente, después de solamente setenta años, ¿quién venció a quién? Cristo derrumbó a Lenin. Jesús trascendió por encima de todos los nombres. Nadie puede oponerse a Jesús en esta tierra sin ser vencido.

La tercera capa de problema está en los aires. Allí se encuentra el poder de las tinieblas: los gobernadores, las autoridades, el poder y el señorío en los aires (Ef. 1:21). En los aires, en la raza angélica se encuentran los gobernantes, las autoridades, el poder y el señorío, los buenos y los malos. Aún entre los seres humanos en la tierra existen los gobernantes, las autoridades, el poder y el señorío (véanse Ef. 1:21 y la nota 211).

Debemos ver también que la cuarta capa de problema está en el tercer cielo. Aun el tercer cielo fue contaminado por la presencia de Satanás. El libro de Job nos enseña que Satanás apareció en el tercer cielo ante Dios en un concilio celestial, acusando al pueblo de Dios (1:6-12a; 2:1-6). Por consiguiente, aun el tercer cielo debe estar bajo los pies de Cristo. Hebreos 4:14 nos enseña que Cristo pasó por los cielos, y 7:26 nos dice que El fue encumbrado por encima de los cielos. El no sólo se encuentra por encima del Hades, la tierra, y los aires sino que está también en un lugar más alto que los cielos. Por lo tanto, Cristo ha pasado realmente por cuatro capas: el Hades, la tierra, el aire, y aún el tercer cielo. Cristo tuvo que trascender a través del Hades, de la tierra, de los aires, y aun del tercer cielo para alcanzar un lugar mucho más elevado que el tercer cielo. Hebreos 7 nos dice que hoy Cristo es más elevado que los cielos. El está allí como Aquel que es el más elevado para trasmitir no solamente Su autoridad sino también Su poder trascendente a la iglesia para formarla.

No debemos pensar que el universo es tan sencillo. Estamos hablando de cosas que no son visibles a los ojos de la gente mundana, pero que son visibles para nosotros. Esta es la razón por la cual Pablo, antes de compartir esta porción de la Palabra, oró, pidiendo al Padre que dé a Su pueblo un espíritu de sabiduría y de revelación para que le conozcan plenamente (Ef. 1:17). La gente del mundo no puede comprender lo que Pablo dice en Efesios 1. Incluso me preocupa el hecho de que entre los cristianos son pocos los que lo ven claramente en su espíritu. Muchos ni siquiera quieren reconocer que tienen un espíritu. ¡Qué lamentable es esto! Pero Pablo oró diciendo: “Padre, da a Tus escogidos un espíritu de sabiduría para que entiendan y de revelación para que vean”. Necesitamos un espíritu de sabiduría para entender todas estas cosas misteriosas y un espíritu de revelación para verlas.

Antes quizá teníamos un velo en cuanto al propósito eterno de Dios. El velo ya fue quitado y una revelación nos fue presentada. Podemos ver que en este universo hay cuatro capas de problemas. La capa de abajo es el Hades, la segunda capa es la tierra con todas las personas que causan problemas, y la tercera capa es los aires con el poder de tinieblas de Satanás y todos sus ángeles rebeldes. Los ángeles buenos están allí también, y la Biblia nos dice que a veces luchan en contra de los ángeles malos (Dn. 10:13, 20). La capa más elevada es el tercer cielo, que estaba contaminado por la presencia de Satanás.

Cristo trascendió muy por encima de todas las capas de problemas. Estados Unidos ha gastado miles de millones de dólares para construir algo que aterrizara en la luna. Pero si comparamos eso al lugar donde aterrizó Cristo en Su ascensión, vemos que el aterrizaje en la luna es semejante a un solo paso que daríamos en una escalera muy alta. Pablo oró para que viésemos la supereminente grandeza del poder de Dios que operó en Cristo para levantarlo de entre los muertos, sacarlo del Hades y sentarlo en lo alto a la diestra de Dios en los lugares celestiales (vs. 19-20). Cristo murió; El estaba allí en el Hades. Pero después de tres días, salió del Hades. Luego trascendió a través de los cielos y ahora está sentado sobre el trono de Dios. Por haber hecho todo eso, El está por encima de todos los gobernantes, las autoridades, el poder y el señorío, los buenos y los malos entre los seres humanos y los ángeles. El está por encima de todos los nombres en esta era y en la era venidera. Estos nombres incluyen el nombre de usted y el mío. Durante algún tiempo me opuse a Cristo, pero un día El me cautivó. Son muchos los que antes se opusieron a Cristo. Todos fuimos subyugados por El porque trascendió muy por encima de todos nosotros en Su poder trascendente.

Este poder sometió todas las cosas bajo Sus pies (v. 22a) y lo dio por Cabeza sobre todas las cosas (v. 22b). Ahora Cristo está sentado en el trono. El salió del Hades, y está por encima de todas las cosas que están en la tierra y las que están en los aires, y El es más elevado que los cielos con todas las cosas sometidas bajo Sus pies. El es la Cabeza sobre todas las cosas. ¡Qué cuadro hermoso! ¿Quién puede resistir a la Cabeza de todas las cosas, la cual fue hecho la Cabeza de la iglesia? ¿Quién puede oponerse a El? ¿Quién puede oponerse a Su Cuerpo, la iglesia edificada? Esta es la razón por la cual El dijo en Mateo 16: “Edificaré Mi iglesia”. Cristo está edificando la iglesia en Su ministerio celestial mientras El, como Cabeza de todas las cosas, está sentado en el trono con todas las cosas sometidas bajo Sus pies. Las puertas del Hades no pueden prevalecer contra esta iglesia edificada. La historia nos enseña que los césares, incluyendo a Nerón, se levantaron contra Cristo y la iglesia. Más tarde, Hitler y Mussolini se opusieron a Cristo, pero fueron vencidos. ¿Quiénes prevalecen hoy? ¡El Cristo que lo trasciende todo y el Cuerpo de este Cristo!

El Señor me levantó para que fuera uno de Sus pequeños servidores. Pero desde el primer día que hablé por El en Su recobro, vino la oposición. Antes de eso, la gente me recibía calurosamente para hablar con ellos. Pero muchos de los amigos que me invitaron se convirtieron en mis opositores cuando tomé el camino del Señor en Su recobro. Las denominaciones se levantaron en contra de mí en mi propia ciudad. Experimenté también oposición de parte del círculo político. Cuando los japoneses invadieron China, fui arrestado y metido en la cárcel dos veces. La segunda vez me encarcelaron por treinta días. En aquel tiempo los militares japoneses acostumbraban matar a chinos, pero el Señor me preservó. Más tarde, vine a este país, y di mensajes sobre Cristo como el Espíritu y sobre el espíritu humano. Entonces se publicaron algunos libros para contradecir estas verdades. La oposición está siempre presente para intentar detenernos, pero Cristo lo ha trascendido todo. El recobro del Señor sigue adelante, y el Señor no parará hasta que cumpla Su propósito conforme al deseo de Su corazón.

(Resultado de la dispensación de la Trinidad procesada y la transmisión del Cristo que lo transciende todo, El, capítulo 4, por Witness Lee)