I. EL MARAVILLOSO SUEÑO DE NABUCODONOSOR
Nabucodonosor tuvo un maravilloso sueño en el que vio una gran imagen humana (2:1). Ese sueño debió haberlo impresionado profundamente, pero debido a que no le importaban los intereses de Dios, él olvidó en qué consistía el sueño. Entonces su espíritu se turbó por saber el sueño, y todos los magos y sabios de Babilonia así como los caldeos no pudieron relatarle el sueño (vs. 2-13). Sin embargo, había una persona llamada Daniel, que había fijado su corazón en las cosas espirituales relacionadas con los intereses de Dios sobre la tierra. Él no había tenido el sueño, pero recibió la visión de parte de Dios en cuanto a dicho sueño (vs. 17-23) y lo interpretó (vs. 24-45).
(Estudio-vida de Daniel, capítulo 3, por Witness Lee)