I. EL RESULTADO DE LA DEGRADACIÓN
DE LOS ELEGIDOS DE DIOS:
EL CAUTIVERIO EN BABILONIA
El resultado de la degradación de los elegidos de Dios fue el cautiverio en Babilonia (1:1-2). Daniel 1:2 dice que “el Señor entregó” en manos de Nabucodonosor, rey de Babilonia, a Joacim, rey de Judá, y “parte de los vasos de la casa de Dios”. El uso de la palabra entregó aquí indica que el rey de Judá y aquellos vasos eran un regalo que Dios dio a Nabucodonosor.
A. Son nuevamente llevados cautivos
al lugar donde se adoraban ídolos
Que los hijos de Israel fueran llevados cautivos a Babilonia significa que ellos fueron nuevamente llevados cautivos al lugar donde se adoraban ídolos (Jer. 50:38).
B. Son llevados de regreso al lugar
donde originalmente su antepasado Abraham
había adorado ídolos
Cuando el pueblo de Dios fue nuevamente llevado cautivo al lugar donde se adoraban ídolos, ellos fueron llevados de regreso a Babel, el lugar donde originalmente su antepasado Abraham había adorado ídolos (Jos. 24:2-3). El origen de Babilonia fue Babel, ubicada en la tierra de Sinar, en Caldea, que es Babilonia (Gn. 11:2, 9; 10:10; 11:28). Abraham fue llamado por Dios a salir de Caldea e ir a Canaán para adorar a Dios (Gn. 11:31). Por medio de esto se reinició la adoración del único Dios, la cual se había perdido por la caída de Adán.
El pueblo de Israel no existía durante el período de la historia humana que va desde Adán a Abraham. La historia de Israel comenzó con Abraham, el primer hebreo. Bajo el liderazgo de Moisés, los descendientes de Abraham realizaron su éxodo de Egipto, y cuarenta años después entraron en la tierra de Canaán. Con el tiempo, el pueblo de Dios fue llevado de regreso al lugar original donde se adoraban ídolos, el mismo lugar del cual Abraham, su antepasado, había sido llamado a salir.
C. La completa destrucción
del testimonio de los elegidos de Dios
en relación con su adoración al único Dios
Ser llevados al cautiverio en Babilonia significó la completa destrucción del testimonio de los elegidos de Dios en relación con su adoración al único Dios, Jehová, al ser llevados algunos vasos del templo de Dios a la tierra de Sinar y ser puestos en un templo de ídolos (2 Cr. 36:6-7).
(Estudio-vida de Daniel, capítulo 2, por Witness Lee)