Estudio-vida de Daniel, por Witness Lee

III. LA ESCENA EN EL UNIVERSO ANTES QUE FUERA DADA LA VISIÓN

Daniel 10:2—11:1 nos muestra la escena en el universo —el mundo espiritual que está detrás del mundo físico— antes que fuera dada la visión.

A. Daniel aplica su corazón a entender el futuro de Israel

Daniel, un hombre en la tierra, aplicó su corazón a entender el futuro, el destino, de Israel (vs. 2-3, 12). Él hizo esto por veintiún días.

B. El Cristo excelente se aparece a Daniel

Después de aquellos veintiún días, Daniel vio una visión particular en 10:4-9. El Cristo excelente, la centralidad y universalidad del mover de Dios sobre la tierra, se apareció a Daniel para ser apreciado por él, para consolarlo y alentarlo, para infundirle esperanza y darle estabilidad.

Antes de mostrarle la gran aflicción, Dios le reveló a Daniel el hombre excelente descrito en estos versículos. Podría ser que Daniel no supiera que este hombre era el Mesías, pero creo que Daniel sabía que esta Persona era el Señor mismo como hombre. Ese hombre no solamente era Jehová, sino Jehová que se hace hombre.

A nuestros ojos, la encarnación tuvo lugar en un momento definido en el tiempo, mientras que a los ojos de Dios únicamente existe el hecho, mas no el elemento del tiempo. En el universo hay un hecho: que el Dios Triuno se hizo hombre. Esto es revelado en Mateo y Lucas. Pero en Génesis 18, cuando tres varones visitaron a Abraham, uno de ellos era Jesús. Él vino como hombre para visitar a Abraham. En Daniel 10 este hombre se apareció a Daniel. Cuando Él se apareció como hombre a Abraham, Él era un hombre ordinario, sin ninguna característica particular. Sin embargo, Él se apareció a Daniel manifestando muchas características maravillosas. Este Cristo excelente fue quien se apareció a Daniel para ser apreciado por él, para consolarlo y alentarlo así como para infundirle esperanza y darle estabilidad.

1. En Su sacerdocio

Primero, el Cristo excelente se apareció en Su sacerdocio a fin de cuidar de Su pueblo escogido (v. 5a). Su sacerdocio es representado por el manto de lino. Él se apareció a Daniel vistiendo no una armadura para combatir, sino vestido con un manto de lino, la vestimenta sacerdotal del Antiguo Testamento. En tipología, el lino representa a la humanidad. El hecho de que Cristo esté vestido de lino significa que Su humanidad es Su manto sacerdotal. En los tiempos correspondientes a Daniel 10, Cristo mismo, Aquel que es la centralidad y universalidad de Dios, era un Sacerdote que cuidaba de los hijos de Israel en su cautiverio. Él es un Sacerdote en Su humanidad que cuida del pueblo cautivo de Dios.

2. En Su reinado

Segundo, Cristo se apareció a Daniel en Su reinado (representado por el cinto de oro) a fin de regir sobre todos los pueblos. El versículo 5b afirma que Sus “lomos estaban ceñidos con oro fino de Ufaz”. Un cinto sirve para fortalecer. El reinado de Cristo está representado no por el lino, sino por el oro. Su sacerdocio es humano, mientras que Su reinado es divino.

3. En Su preciosidad y dignidad

Además, para suscitar el aprecio de Su pueblo, Cristo también se apareció en Su preciosidad y dignidad, según lo representa que Su cuerpo era como el berilo (v. 6a). La palabra hebrea para berilo aquí es de difícil traducción. El término usado por Darby fue crisólito. La palabra hebrea podría referirse a una piedra preciosa de color verde azulado o amarillo, lo cual significa que Cristo en Su corporificación es divino (amarillo), está lleno de vida (verde) y es celestial (azul).

4. En Su esplendor

Más aún, Cristo se apareció en Su esplendor a fin de resplandecer sobre el pueblo. Su esplendor está representado por el hecho de que Su rostro tuviera la apariencia de un relámpago (v. 6b).

5. Con Su mirada iluminadora

La mirada iluminadora de Cristo tiene por finalidad escudriñar y juzgar, según lo representa que Sus ojos fuesen como antorchas de fuego (v. 6c).

6. En el brillo de Su obra y mover

Cristo también se apareció en el brillo de Su obra y mover, que es puesto a prueba por las personas y que pone a prueba a las personas. El brillo de Su obra y Su mover está representado por el hecho de que Sus brazos y Sus pies son como el brillo del bronce bruñido (v. 6d). Según la tipología, el bronce representa el juicio de Dios, el cual hace que las personas resplandezcan. El juicio de Dios es una especie de prueba. Cristo fue juzgado, puesto a prueba, por Dios, y la prueba y juicio de Dios le hicieron resplandeciente como bronce bruñido. Tal Cristo es Aquel que ha sido puesto a prueba por las personas y que también pone a prueba a las personas.

(Estudio-vida de Daniel, capítulo 15, por Witness Lee)