I. EL MOTIVO DE SERVIR AL SEÑOR
1) “Yo amo a mi señor ... no quiero salir libre” (Ex. 21:5).
Una persona salva desea servir al Señor, no por haber sido animada u obligada por otros, sino por un motivo interno. Este motivo es su amor por el Señor. Su amor por el Señor le constriñe e incita a servirle a El. El versículo aquí describe un esclavo en el Antiguo Testamento quien, debido al amor por su amo, no quería salir libre al finalizar sus días de esclavitud; más bien, prefería ser un esclavo para servir a su amado amo. Esto tipifica al creyente del Nuevo Testamento que de la misma manera debe amar al Señor y servirle.
2) “Así que ... os exhorto por las compasiones de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo ... que es vuestro servicio racional” (Ro. 12:1).
Aquí el apóstol Pablo nos ruega que presentemos nuestros cuerpos en sacrificio vivo para servir a Dios. El nos ruega por las misericordias de Dios, demostrando que las misericordias de Dios, que provienen del amor de Dios, deben ser nuestro motivo en servir a Dios, las cuales nos conmueven a amarle y a servirle.
(Lecciones de vida, tomo 2, capítulo 11, por Witness Lee)