EL NACIMIENTO DE NUESTRO ESPIRITU
Nuestro espíritu nació al entrar Dios en él como vida. “Lo que es nacido del Espíritu, espíritu es” (Jn. 6:3b). Ahora, la vida divina está en nuestro espíritu. Nuestro espíritu nació porque la vida de Dios entró en él, y este nacimiento no tiene relación alguna con nuestra caída. Aun si Adán nunca hubiera caído, todavía él necesitaría nacer de esta forma. Aún necesitaba que Dios le entrara como vida. De otra manera, no podría expresar a Dios. Necesitamos nacer de nuevo dejando que la vida de Dios nos entre. Esta vida entra en nuestro espíritu, y nuestro espíritu nace. Ahora en nuestro espíritu hay vida, y esta vida es simplemente Dios mismo.
(Nuestro espíritu humano, capítulo 2, por Witness Lee)