Riquezas y la plenitud de Cristo y el avanzado recobro del Señor hoy en día, La, por Witness Lee

EL PROPÓSITO DE COMPRENDER QUE SOMOS INÚTILES ES EXPERIMENTAR LAS INESCRUTABLES RIQUEZAS DE CRISTO

Muchos de ustedes jóvenes que están aquí hoy ya han conocido a Cristo. También han conocido Sus incomparables riquezas. Hemos aprendido a tocarlo y a verlo. Además, algunos hermanos y hermanas tienen el deseo de ser servidores de tiempo completo y de participar en el entrenamiento. Quiero que sepan que participar en el entrenamiento equivale a quedar al descubierto. El entrenamiento nos muestra que no somos nada ni podemos hacer nada. Somos extremadamente corruptos y completamente inútiles. Por esta razón, tenemos que tocar a Cristo. No es suficiente simplemente confiar en Él. Tenemos que permitirle estar en nosotros y estar dispuestos a entrar en Él. Debemos unirnos a Él diariamente e inhalarlo continuamente. Debemos estar conscientes de que jamás podremos vencer nuestro propio enojo. No podemos mejorarnos a nosotros mismos ni progresar por nuestro esfuerzo. Pero sí tenemos un camino hoy, el cual es que recibamos a este Jesucristo. Él es nuestro temperamento, y también es nuestro progreso y nuestra mejoría. Él lo es todo para nosotros en el aspecto positivo.

Hoy este Señor es el Espíritu. En nuestro interior nosotros también tenemos un espíritu. Nuestro espíritu está unido y mezclado como un solo espíritu con Dios el Espíritu. Ésta es la meta de nuestro entrenamiento. Nuestro entrenamiento no es un seminario; tampoco es un monasterio. Este entrenamiento tiene como objetivo ayudar a los hermanos y hermanas a conocerse a sí mismos, a darse cuenta de su propia inutilidad y a contactar a Cristo a fin de que las riquezas de Cristo lleguen a ser sus riquezas.

Algunos de ustedes, hermanos y hermanas, probablemente piensen que el entrenamiento los hará personas experimentadas. Pero debo decirles que una persona de experiencia, ya sea viejo o joven, no tiene valor. Muchas veces, cuanto más experimentados somos, menos útiles somos. Aunque yo soy una persona tan vieja, no confío en absoluto en mi propia experiencia. Al contrario, mi experiencia muchas veces viene a ser un estorbo para mí. Por lo tanto, tenemos que comprender que no importa si somos viejos o jóvenes, buenos o malos, todos somos inútiles. Todos necesitamos a Jesús. Solamente Jesús es útil. Si todos ustedes entrenantes, que son un número de cien o más, reciben estas palabras, su entrenamiento será exitoso, y las iglesias en las Filipinas se doblarán en número en poco tiempo.

(Riquezas y la plenitud de Cristo y el avanzado recobro del Señor hoy en día, La, capítulo 1, por Witness Lee)