UN CRISTIANO SE PREOCUPA POR
LA VIDA Y EL EVANGELIO
Lo que les he presentado en comunión es el camino que el Señor nos ha mostrado en los pasados cuatro años. En Juan 15 vemos que todos somos pámpanos de la vid (v. 5). El destino de los pámpanos es llevar fruto. Por mucho que usted diga que disfruta al Señor, si no lleva fruto, algo anda mal. Además, si un pámpano no lleva fruto, será cortado. Esto no se refiere a la perdición, sino a la pérdida del rico disfrute de Cristo.
Sabemos que la vida cristiana tiene dos aspectos. Por un lado, como pámpano de la vid, un cristiano debe absorber las riquezas del árbol; por otro, debe llevar fruto. El Señor Jesús dijo: “No me escogisteis vosotros a Mí, sino que Yo os escogí a vosotros, y os he puesto para que vayáis y llevéis fruto, y vuestro fruto permanezca” (v. 16). Por consiguiente, un cristiano debe complementar su predicación del evangelio con la vida, y también tener claro que la vida nos abastece con el propósito de que prediquemos el evangelio. De este modo, llegaremos a ser cristianos equilibrados.
Muchas veces, cuando nos centramos en la búsqueda de la vida, nos olvidamos del evangelio. Otras veces, cuando somos fervientes por el evangelio, descuidamos la vida. Ambas cosas están mal. No podemos descuidar jamás la búsqueda de la vida. No obstante, la búsqueda de la vida debe abastecernos al grado en que salgamos a predicar el evangelio, a llevar fruto y a hacer que nuestro fruto permanezca. Esto significa que no sólo debemos predicar el evangelio, sino además brindar el alimento y el cuidado en las reuniones de hogar, y también traer a los nuevos creyentes a las reuniones de grupo para que reciban ayuda y perfeccionamiento, y también a las reuniones de la iglesia a fin de que esta vida pueda recibir todo el suministro. Ésta es la vida de iglesia apropiada. De este modo, la iglesia como Cuerpo orgánico de Cristo será edificada.
(Mensaje dado por el hermano Witness Lee en Ciudad Quezón, las Filipinas, el 25 de marzo de 1989)
(
Riquezas y la plenitud de Cristo y el avanzado recobro del Señor hoy en día, La, capítulo 6, por Witness Lee)