EN LAS REUNIONES DE DISTRITO
TODOS PROFETIZAN
La predicación del evangelio, las reuniones de hogar y las reuniones de grupo se llevan a cabo durante la semana. El día del Señor debemos traer a los nuevos creyentes a las reuniones de distrito. Una iglesia puede dividirse en unos pocos distritos. El número ideal para formar una reunión de distrito es aproximadamente cincuenta. Cuando ganemos a algunos nuevos creyentes por medio del evangelio, debemos nutrirlos y establecerlos en las reuniones de hogar. Asimismo, debemos cuidar de ellos y perfeccionarlos en las reuniones de grupo. De este modo, cuando vengan a las reuniones de la iglesia, cada uno de ellos podrá profetizar.
A fin de que los santos profeticen, ellos deben disfrutar la palabra del Señor cada día y ser llenos de dicha palabra. Cada distrito puede seleccionar su propia porción de las Escrituras. Cada semana los santos podrán leer un capítulo, y pueden dividir dicho capítulo en seis secciones. Cada mañana los santos podrían leer una sección y escoger dos versículos para orar-leerlos. Si queremos tener una vida de iglesia vencedora, debemos llevar una vida en la que tenemos un avivamiento matutino. Por esta razón, debemos ayudar a los hermanos y hermanas a que lleven esta vida de ser avivados y de vencer cada día. Cada mañana debemos disfrutar algo, y cada mañana debemos sumergirnos en la palabra del Señor y ser llenos y saturados de la palabra del Señor. Al cabo de seis días, sin duda alguna tendremos una rica cosecha. Para el fin de semana, podremos recopilar toda la inspiración que hemos recibido y redactar una profecía. Entonces el día del Señor podremos traer a la reunión lo que hemos escrito. No debemos leerlo ni recitarlo, sino más bien hablar con nuestro espíritu lo que hemos preparado. En esto consiste profetizar.
En una reunión donde hay cincuenta santos, al menos la mitad de ellos debe prepararse de antemano. Todos deben limitarse a hablar no más de tres minutos, y todos deben turnarse para hablar. No se debe seguir un orden previamente establecido, sino que el compartir debe hacerse de manera espontánea. Esta clase de hablar en la reunión de distrito será muy rica. Podemos profetizar de esta manera semana tras semana durante las cincuenta y dos semanas del año. De este modo, el suministro de la palabra del Señor será rico entre nosotros. Cuando todos reciban el suministro y la edificación, los problemas y dificultades que tengan los santos se resolverán espontáneamente mediante el suministro de la rica palabra, y la iglesia será edificada. Éste es el camino que el Señor nos ha mostrado hoy.
El recobro del Señor hoy consiste en recobrar el que los santos participen en la edificación del Cuerpo de Cristo. Por esta razón, es necesario que cada santo pueda profetizar, de modo que la iglesia pueda ser genuinamente edificada. En 1 Corintios 14:31 leemos que todos podemos profetizar uno por uno. Los versículos 24 y 25 dicen que si todos profetizamos y entra algún incrédulo o indocto, por todos será convencido y por todos será examinado. Los secretos de su corazón se harán manifiestos, y él reconocerá que Dios verdaderamente está entre nosotros. Por lo tanto, el hecho de que todos profeticen para la edificación del Cuerpo de Cristo es el camino apropiado revelado en las Escrituras. ¡Damos gracias y alabanzas al Señor! Yo espero que el Señor bendiga a todas las iglesias de las Filipinas conforme a este nuevo camino.
(Mensaje dado por el hermano Witness Lee en Ciudad Quezón, las Filipinas, el 26 de marzo de 1989)
(
Riquezas y la plenitud de Cristo y el avanzado recobro del Señor hoy en día, La, capítulo 7, por Witness Lee)