Práctica de la vida de iglesia según la manera ordenada por Dios, La, por Witness Lee

IV. EVITAR LLEVAR UNA VIDA SIN LA IGLESIA Y EVITAR LA DIVISIÓN

Otro de los requisitos previos para poner en práctica la vida de iglesia conforme a la manera ordenada por Dios es evitar llevar una vida sin la iglesia y evitar la división. Llevar una vida sin la iglesia significa no tener la iglesia en práctica. Hoy en día hay millones de cristianos que no tienen en cuenta la iglesia; no les importa la iglesia en absoluto. A su parecer, mientras crean en el Señor Jesús, le amen y tengan celo por ganar almas, eso es suficiente. Tal modo de pensar está muy equivocado.

A. Sin descuidar la meta de la manera ordenada por Dios: la iglesia

Si queremos practicar la vida de iglesia conforme a la manera ordenada por Dios, no debemos descuidar la meta de la manera ordenada por Dios: la iglesia (Mt. 16:16-18; Ef. 1:22; 5:25-27). La meta de la manera ordenada por Dios es la iglesia. Si somos personas que llevan una vida sin la iglesia, no estamos calificados para seguir la manera ordenada por Dios. La manera ordenada por Dios tiene como finalidad llegar a la meta, que es la iglesia. Debemos tener la iglesia. Además, la división anula el propósito y la meta de la manera ordenada por Dios. Por lo tanto, debemos evitar estas dos cosas: una vida sin la iglesia y la división.

B. Apartarnos de los que causan divisiones

También necesitamos apartarnos de los que causan divisiones (Ro. 16:17; Tit. 3:10; 1 Co. 1:13). Aun si un pariente cercano tal como nuestro esposo, esposa, padre, madre, hermano o hermana causa divisiones, debemos apartarnos de su división. Lo mismo aplica a nuestros amigos íntimos y cercanos. Aunque es difícil apartarnos de nuestros amigos íntimos, debemos comprender que la amistad es una cosa, y la comunión en Cristo y en Su Cuerpo es otra. Cuando a Miriam, la hermana de Moisés, le dio lepra, ella fue puesta en cuarentena en presencia de Moisés (Nm. 12). Poner en cuarentena es una expresión médica que significa apartar. Apartar o poner en cuarentena a un leproso no era abandonarlo ni desecharlo; simplemente era mantenerlo apartado del resto del pueblo de Dios para que los demás no se contaminaran de la lepra. Una vez sanada de la lepra, la persona era declarada limpia, y podía regresar a la comunión del pueblo de Dios. Según Levítico 13 y 14, era difícil discernir si una persona estaba leprosa o limpia. La gente común no podía discernirlo; sólo un sacerdote adecuado, teniendo mucho cuidado, lo podría hacer. Todos debemos hacer lo posible por evitar llevar una vida sin la iglesia y por evitar la división.

En resumen, los requisitos previos para poner en práctica la vida de iglesia según la manera ordenada por Dios son primeramente ver la economía de Dios, conocer el Cuerpo de Cristo, conocer el recobro del Señor y evitar llevar una vida sin la iglesia así como evitar la división.

(Práctica de la vida de iglesia según la manera ordenada por Dios, La, capítulo 1, por Witness Lee)