Visión intrínseca del Cuerpo de Cristo, La, por Witness Lee

LA IGLESIA, EL CUERPO DE CRISTO, ES EL NUEVO HOMBRE CREADO POR CRISTO Y VIVIFICADO POR DIOS

Hasta aquí, hemos visto en Efesios 1 que la iglesia es el fruto de la impartición y transmisión divinas. Y en Efesios 2 vimos que ese fruto es llamado el nuevo hombre. La iglesia es el nuevo hombre creado por Cristo. Génesis 1 muestra que la vieja creación, la cual incluye al viejo hombre, fue creada por Dios. Pero la nueva creación fue producida por Cristo al ser crucificado en la cruz. Mientras Cristo estaba siendo crucificado, El no sólo estaba muriendo allí, sino que al mismo tiempo estaba creando en Sí mismo de ambos, los creyentes gentiles y judíos, un solo y nuevo hombre.

En Adán somos la vieja creación, somos el viejo hombre, somos antigüedades, y en él todos tenemos aproximadamente seis mil años de edad. A Dios no le interesa coleccionar antigüedades, sino que ama la novedad y la frescura. Por eso, Dios comisionó a Su Ungido, Cristo, a que llevara toda la vieja creación a la cruz. Todos los escogidos de Dios, quienes habían envejecido, fueron llevados en Cristo a la cruz. Satanás pensó que podía deshacerse de Cristo poniéndolo en la cruz, pero ésta le dio a Cristo la oportunidad y la esfera para crear al nuevo hombre que Dios deseaba. Cristo creó al nuevo hombre poniendo al viejo hombre en la cruz. Pablo declaró que nuestro viejo hombre fue crucificado con Cristo (Ro. 6:6). Mientras Cristo estaba siendo crucificado, nuestro viejo hombre estaba siendo crucificado juntamente con El. Así, nuestra vejez fue terminada mediante la crucifixión de Cristo.

Además, mientras Cristo daba fin a nuestra vejez, El mismo estaba allí como elemento creador. Este elemento nunca envejece, sino que siempre es nuevo. Cristo impartió este elemento dentro del nuevo hombre que estaba creando. En Sí mismo como elemento, Cristo crucificó al viejo hombre en la cruz. Conforme a la revelación del Nuevo Testamento, sabemos que este elemento nuevo no puede aplicarse a nosotros sin la resurrección. La crucifixión de Cristo terminó todo lo viejo; luego, en Su resurrección, Cristo nos aplicó el elemento nuevo, Su elemento divino.

Mientras Cristo estaba ocupado creando al nuevo hombre, Dios también estaba ocupado vivificando a los muertos con el Cristo resucitado, quien es vida. La obra creadora de Cristo y la obra vivificadora de Dios estaban operando en coordinación. Mientras Cristo creaba de los judíos y gentiles un nuevo hombre, Dios estaba vivificándolos. Dios nos resucitó de entre los muertos y nos llevó al tercer cielo para ponernos por encima de todo. Luego, sometió todas las cosas bajo los pies del nuevo hombre. Además, este hombre es uno con la Cabeza, Cristo. Cristo es la Cabeza sobre todas las cosas para el nuevo hombre.

El nuevo hombre tiene a Cristo como Cabeza y a la iglesia como Cuerpo. Actualmente, la iglesia no es solamente el Cuerpo sino también el nuevo hombre. Nuestro cuerpo físico no se compone solamente de nuestro cuello para abajo, sino que incluye también la cabeza, o sea, abarca desde el cabello hasta los pies. El nuevo hombre es Cristo y la iglesia; estos dos componen el nuevo hombre. El Cuerpo recibe todo lo que la Cabeza es y tiene. El Cuerpo no puede separarse de la Cabeza. De hecho, el cuerpo de un hombre incluye toda su constitución física. El nuevo hombre incluye a Cristo como Cabeza y a la iglesia como Cuerpo.

(Visión intrínseca del Cuerpo de Cristo, La, capítulo 3, por Witness Lee)