LA MANERA EN QUE EL ENEMIGO
IMPIDE QUE LAS PERSONAS
CONOZCAN A CRISTO DE MANERA MÁS PROFUNDA
También vimos que a lo largo de la historia de la iglesia el enemigo, Satanás, ha hecho todo lo posible por estorbar a las personas impidiéndoles que conozcan a Cristo de una manera todo-inclusiva. A menudo, él utiliza sutilmente cosas buenas, y en ocasiones cosas que aun Dios mismo ha establecido o dado, a fin de impedir que el pueblo de Dios conozca a Cristo como el centro y la circunferencia. Por ejemplo, el judaísmo con su adoración en los tiempos del Antiguo Testamento fue algo que Dios estableció. Dios estableció el servicio y adoración antiguotestamentarios con el propósito de conducir a las personas a Cristo. Dios dispuso todo lo relacionado con los numerosos tipos de la época del Antiguo Testamento, tales como el tabernáculo, los sacrificios, los sacerdotes, los reyes y los profetas, con el propósito de conducir a las personas a Cristo. Los tipos fueron el medio, el instrumento, que Dios usó para llevar a las personas a Cristo. Sin embargo, Satanás, el enemigo, utilizó estas mismas cosas que Dios estableció para impedir que las personas conocieran a Cristo.
Gálatas 3:23-24 dice: “Antes que viniese la fe, estábamos bajo la custodia de la ley, encerrados para aquella fe que iba a ser revelada. De manera que la ley ha sido nuestro ayo, para llevarnos a Cristo, a fin de que fuésemos justificados por la fe”. La fe aquí se refiere a la fe que tenemos en Cristo, la fe por medio de la cual recibimos a Cristo como el todo. El apóstol nos dice que antes de que viniera esta fe, nosotros estábamos encerrados bajo la ley, estábamos bajo la custodia de la ley. La ley fue algo que Dios dio y usó para guardar a Su pueblo bajo custodia. Antes de que viniese la fe, el pueblo de Dios fue puesto bajo la custodia de la ley, fue encerrado con miras a la fe. La función de la ley consistía en encerrar al pueblo de Dios para aquella fe que iba a ser revelada. De este modo, la ley se convirtió en nuestro ayo. En la antigüedad, las personas usaban a un esclavo para que cuidara de sus hijos. Mientras los niños aún eran pequeños, no podían cuidarse solos para ir a la escuela por su propia cuenta. Así que, los padres le pedían a un esclavo que acompañara o llevara a los niños al maestro de la escuela. La ley fue usada por Dios como un esclavo guardián, como un ayo, para conducir a los hijos de Dios al Maestro, a Cristo. Éste es el propósito por el cual Dios nos dio la ley. La ley no es el amo ni tampoco el maestro de la escuela, sino simplemente el ayo que nos guarda y nos conduce al Maestro, a Cristo, a fin de que podamos ser justificados por la fe. Esto nos muestra que Dios utiliza muchas cosas, tales como el judaísmo, los dones, la ley, e incluso el evangelio, para llevar a las personas a Cristo.
Sin embargo, el enemigo es muy sutil, pues la misma ley que Dios dio para conducir a las personas a Cristo, Satanás la usa para impedir que las personas vengan a Cristo. Ésta fue la razón por la cual se escribió el libro de Gálatas. La ley fue dada por Dios para llevar a las personas a Cristo, pero Satanás vino y utilizó la ley para atar a las personas, para impedir que las personas vinieran a Cristo y para obstaculizar que le conocieran como el todo. De manera que la ley, en lugar de ser un medio o instrumento útil para conducir a las personas a Cristo, vino a ser un impedimento y estorbo que separaba a las personas de Cristo.
Ahora consideremos el asunto de los dones. Todos los dones del Nuevo Testamento son instrumentos y medios que Dios usa para conducir a las personas a Cristo y llevarlas a que conozcan a Cristo, lo expresen, lo experimenten y lo aprehendan. Sin embargo, a través de los siglos muchos dones han sido usados por el enemigo para estorbar a las personas, detener su progreso e impedir que conozcan a Cristo de una manera más profunda. Como un hermano que lleva mucho tiempo sirviendo al Señor, puedo testificarles con toda sinceridad que conocí a muchas personas que tenían dones, a saber: dones de sanidad, de lenguas, e incluso ministerios. Pero lamento tener que decir que es difícil hablar con muchas de estas personas acerca de Cristo de una manera más profunda. Cuando uno habla con algunos cristianos acerca del don de hablar en lenguas o de sanidad, se muestran muy entusiasmados; sin embargo, cuando se les dice que Cristo mora en su espíritu, que ellos necesitan tener comunión con este Cristo y que deben ser disciplinados por este Cristo, no muestran ningún interés. No tienen oídos para oír estas cosas ni manifiestan ningún interés.
No me opongo a ningún tipo de don, pero sí lucho porque estos dones han sido utilizados grandemente por el enemigo para impedir que las personas conozcan a Cristo de una manera más profunda. Hubo un grupo de cristianos en China que se llamaba Iglesia del verdadero Jesús. Cada vez que se reunían, tenían que arrodillarse y sacudir sus sillas para ejercitar sus dones. Esa era su costumbre. No estoy diciendo que eso esté bien o mal; pero el enemigo sutilmente utilizaba este asunto de los dones para impedir que dichos creyentes avanzaran a fin de conocer a Cristo de una manera más profunda. Ellos no podían sentarse en silencio con una mente sobria y con un espíritu abierto para escuchar a alguien que les hablara acerca de Cristo como la vida que reside en su interior. Los dones era algo que los ataba y les impedía avanzar en el conocimiento de Cristo.
He conocido muchas personas que fueron incitadas a hablar en lenguas. Sin embargo, una vez que recibieron el don de hablar en lenguas, fueron atadas por ello. Es relativamente fácil ayudar a un nuevo creyente, o incluso a un incrédulo, a conocer a Cristo; pero es muy difícil ayudar a una persona que habla en lenguas a que conozca a Cristo de una manera más profunda. Aquí una vez más vemos la sutileza del enemigo. Los dones que Dios usa para traer a las personas a Cristo, Satanás los ha usado para atar a las personas e impedir que sigan adelante con Cristo. Por consiguiente, incluso los dones pueden convertirse en un estorbo para el propósito de Dios. La sencilla razón por la cual se escribió 1 Corintios es que los dones estaban atando a los creyentes corintios, y ellos no estaban avanzando para conocer a Cristo de una manera más profunda. Cada vez que ellos se congregaban, sólo se ejercitaban para hablar en lenguas. Por esta razón, el apóstol los exhortó a que no hablaran mucho en lenguas. Les dijo: “En la iglesia prefiero hablar cinco palabras con mi mente, para instruir también a otros, que diez mil palabras en lengua desconocida” (1 Co. 14:19). Éstas son las palabras claras de Dios y no podemos refutarlas. Al comienzo de esta epístola dirigida a los corintios, el apóstol declaró: “Pues me propuse no saber entre vosotros cosa alguna sino a Jesucristo, y a éste crucificado” (2:2).
Si recibimos a Cristo y lo experimentamos por medio de la cruz, el Espíritu Santo que mora en nosotros nos restringirá en cuanto al ejercicio de los dones. Muchos cristianos hoy en día son engañados por el astuto enemigo. No son engañados por cosas pecaminosas, sino por cosas buenas que Dios mismo ha dado. Estas cosas buenas estorban a las personas, pues ellos mixturan los principios del Antiguo Testamento con los del Nuevo Testamento, el alma con el espíritu y las cosas carnales con las espirituales. Es por eso que necesitamos la cruz. Si estamos dispuestos a ir a la cruz y permitimos que ella sea aplicada a nuestro corazón, sabremos dónde estamos.
Necesitamos permanecer firmes en el espíritu para orar y pelear la batalla. A lo largo de las generaciones el enemigo ha venido obrando continuamente de manera sutil. En realidad, él ha venido haciendo una misma cosa, pero finge hacer algo diferente. Así que, tenemos que permanecer firmes en el espíritu para orar. Las armas de nuestra milicia no son carnales, sino espirituales (2 Co. 10:4). Tenemos que orar en el espíritu para pelear la batalla por Cristo. Cristo es nuestra única norma segura. No debemos confiar en nada más. Debemos someter todas las cosas a prueba tomando a Cristo como la norma.
(
Centralidad y universalidad de Cristo, La, capítulo 2, por Witness Lee)