Cristo es todas las cosas y los asuntos espirituales, por Watchman Nee

TANTO LA META DE DIOS COMO SU MEDIO PARA LOGRARLA SON CRISTO MISMO

La meta de Dios es Cristo, y Cristo también es el medio por el cual Dios obtiene esa meta. Dios utiliza a Cristo como el medio para alcanzar Su meta, la cual es El mismo. Puesto que en los libros de Efesios y Colosenses hallamos la meta de Dios, basaremos este mensaje en ellos. En cuanto a la meta de Dios existe una diferencia en cada uno de dichos libros: Efesios nos muestra que con respecto a la plenitud de los tiempos, Dios desea reunir todas las cosas en Cristo, tanto las de los cielos como las de la tierra (1:10); mientras que Colosenses nos muestra que Dios no sólo dispuso que Cristo sea Cabeza sobre todas las cosas, sino que además sea el todo en todo (1:18; 3:11b). Colosenses nos muestra que la meta de Dios es Cristo, y que el medio para alcanzarla también es Cristo. La meta de Dios es que Cristo sea la Cabeza sobre todas las cosas. Para lograr esto, primero debe lograr que Cristo sea el todo. El debe ser el todo y, a la vez, estar en todo; sólo entonces todas las cosas estarán espontáneamente sujetas a El.

Debemos recordar que para Dios no existen tantas cosas como para nosotros; para El sólo existe Cristo. Para Dios no existen ni cosas ni asuntos, sino únicamente Cristo. Para El no existe lo que nosotros definimos como asuntos o cosas. Podemos pensar que en este mundo existen muchos objetos y asuntos, pero a los ojos de Dios, Cristo lo es todo. Para El no hay ni asuntos ni cosas, ya que todas las cosas y todos los asuntos son Cristo. Cuando Cristo se encuentre en todas las cosas y en todos los asuntos, el propósito eterno de Dios se habrá cumplido.

Espero que comprendan que Cristo reunió todas las cosas en Sí mismo. Esto no comenzará en el futuro, cuando el propósito eterno de Dios se haya cumplido, sino que empieza hoy por medio de la iglesia.

En esta ocasión no profundizaré mucho en este tema; sólo lo mencionaré brevemente. Dios determinó que en el futuro, todos los elementos y asuntos espirituales estén sujetos a Cristo. ¿Cómo pueden ser reunidas todas las cosas bajo una cabeza? Dios dice que Cristo lo es todo. El lo es todo y, al mismo tiempo, está en todo. Cuando esto se cumple, sólo vemos a Cristo en el mundo; dejamos de ver asuntos y cosas, pues todo ello habrá terminado.

En la iglesia, Dios empezó a mostrarnos que Cristo es todos los asuntos y los elementos. Cuando la iglesia pueda ver esto, empezará a vivir en la esfera del espíritu. Si la iglesia sólo se ocupa de cosas y asuntos, aún no ha visto a Cristo.

Las cosas y los asuntos a los que me refiero no pertenecen a este mundo, sino que son elementos espirituales.

(Cristo es todas las cosas y los asuntos espirituales, capítulo 4, por Watchman Nee)