Ahora abordaremos otro símbolo poco usual de los creyentes: bueyes que trillan. En 1 Corintios 9:9 y 10a los creyentes son comparados a bueyes que trillan la siega: “En la ley de Moisés está escrito: ‘No pondrás bozal al buey que trilla’. ¿Será que Dios tiene cuidado de los bueyes? ¿O lo dice enteramente por nosotros? Sí, por nosotros se escribió”. Aquí Pablo cita el Antiguo Testamento de una manera maravillosa y lo aplica a la situación actual de los creyentes, en particular, de aquellos que laboran sirviendo al Señor.
En 1 Timoteo 5:18 Pablo nuevamente cita Deuteronomio 25:4 al decir: “No pondrás bozal al buey que trilla”. Según el contexto, aquellos que laboran en el ministerio de la palabra y la enseñanza (v. 17) pueden estar completamente ocupados en esto, dedicándole todo su tiempo a ello; por tanto, la iglesia y los santos deben preocuparse por el sustento diario de ellos. Por esta razón, en el versículo 18 Pablo se refiere a lo que la Escritura dice acerca de no poner bozal al buey que trilla.
En 1 Corintios 9:9 Pablo se comparó a un buey que labora para Cristo. Sin embargo, los corintios quería ponerle un bozal, esto es, querían que trabajase sin ser alimentado. Por esta razón, Pablo les indicó que mientras los bueyes trabajan trillando la siega, sus bocas no deben tener bozal.
En lugar de tener bozal, los bueyes que trillan deben comer de aquello que trillan. Esto significa que mientras ellos trabajan para trillar la siega, deben estar libres para comer de aquello que trillan.
(Conclusión del Nuevo Testamento, La (Mensajes 099-113), capítulo 13, por Witness Lee)